El gobernador Luis Fortuño ha dicho que si PR optara
por la independencia, se perderían 20,000 millones de dólares en ayuda federal.
Por su parte, el portavoz del MUS, Ángel Collado Swartz, ha dicho que la cifra
es falsa ya que los beneficiarios de muchos programas seguirían recibiendo su
cheque, como por ejemplo, el seguro social, ya que estos programas nada tienen
que ver con la situación política del país.
En fin, si de dinero se trata el debate, dejando de
lado cosas tan tontas como la dignidad de un pueblo, El Coquí Cojo cree que la obvia opción para sacar más dinero sería
vender la isla al mejor postor. Y claro está, repartir las ganancias entre
todos y se acabó el asunto.
Por ejemplo, imagínate a Japón, luego del terremoto.
Ellos saben que los terremotos seguirán para siempre, y saben además que su densidad
poblacional es muy alta. No nos cabe duda que nos darían al menos un billón de
dólares (un billón europeo, equivalente a cuando los americanos dicen un
trillón), es decir, un millón de millones, por lo que cada puertorriqueño
residente en la isla (otro asunto es si le damos algo a los boricuas que no
viven en la isla) recibiría unos $266,000 (somos unos 3.75 millones).
Se podría negociar el derecho a quedarnos en la
isla, y si los japoneses quieren que nos vayamos, negociamos otro tanto por
individuo. Así cada uno de nosotros con $500,000 para empezar una mejor vida en
Florida, por ejemplo.
Al cabo de 10 años, la isla sería bellísima, con 10
millones de japoneses totalmente solidarios entre sí, con los avances tecnológicos
más bestiales que nos podríamos imaginar. Y vendríamos de vacaciones a Puerto
Rico, y nos lo pasaríamos muy bien.
Y nos miraríamos las caras, y pensaríamos: “concho,
la verdad que lo que han hecho los japoneses nosotros nunca lo habríamos podido
conseguir, esto parece un paraíso”.
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