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El Coquí Cojo te da la bienvenida y espera que pases un rato agradable leyendo nuestras tonterías. Nuestro objetivo principal es el informarte, de una manera jocosa pero ilustrativa, de lo que sucede en nuestro querido terruño. No nos cabe duda alguna que nuestra islita es el epicentro de lo absurdo, y que superamos las más altas cotas del realismo mágico. Nuestros segmentos están basados en noticias reales que afligen a nuestra sociedad. Obviamente, para conseguir lo que consideramos jocoso, pondremos palabras ficticias a personajes reales, aunque en la mayoría de los casos no nos sorprendería en absoluto que las hubiesen dicho. El lector también podrá disfrutar de noticias totalmente falsas; la labor que tiene el lector es averiguar cúales son, tarea que a simple vista pareciera sencilla pero que a veces, debido a nuestra realidad surrealista, no lo será tanto.

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Apr 10, 2011

¿Delfinario o del-fin-ario?


Eric Alfaro, nuevo representante del PNP, comenzará su labor legislativa proponiendo el establecimiento de un “delfinario” para programas de terapia de niños autistas. Aunque no tenemos nada en contra de los niños autistas, de verdad que no, pero… ¿no es algo un poco raro comenzar una carrera legislativa en un país al borde del colapso con un proyecto de dicha naturaleza?
¿O es que el legislador quiere asegurarse que su primer proyecto sea aprobado ya que el que esté en desacuerdo será marcado como un verdadero hijo de puta que no quiere ayudar a los niños autistas?
En fin, cuando El Coquí Cojo oyó la noticia por primera vez, pensó que el “delfinario” se refería a un programa para que la población puertorriqueña pudiera lidiar de la mejor manera posible con todo lo que está pasando en nuestra isla, de ahí lo de “del-fin-ario”, como algo así como un programa psicológico social exhaustivo al final de los tiempos, equivalente a una terapia grupal para los pasajeros del Titanic minutos antes del hundimiento total.

Uno de nuestros infiltrados en el gobierno nos ha dicho que la mayoría de los legisladores, de ambos partidos, está en contra del delfinario pero que ninguno se atreverá a decir nada al respecto. Un legislador, que nos pidió absoluto anonimato, nos dijo que la única manera de ir en contra del proyecto es el argumento que en nuestra isla es mucho mejor ser autista y no enterarse de lo que está pasando. Según sus palabras: “Ser autista en nuestro Puerto Rico de hoy es prácticamente una bendición…”. 
Y por favor, a nuestros lectores que estén en desacuerdo con nuestra forma de ver las cosas, no nos digan que ofendemos a los niños autistas porque saben muy bien que ni se enteran...

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