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Apr 29, 2011

El arte de sacar fotos en San Juan

Según una norma municipal, no se pueden sacar fotos del Viejo San Juan con equipo “profesional”, es decir, teleobjetivos, trípodes y cosas así, sin el permiso municipal. Esta normativa ha levantado ampollas entre la ciudadanía ya que la consideran un atentado contra la libertad ciudadana de hacer fotos donde se desee.

Otra fuente de fricción es la obvia reticencia de las autoridades a hacerla cumplir de forma equitativa ya que no quieren que los turistas americanos se lleven una horrible sorpresa al ser multados cuando hagan “click” en su paseo por las calles de San Juan una vez hayan desembarcado del crucero.

Las autoridades tienen un problema a primera vista imposible de resolver: que los turistas hagan lo que les dé la gana con teleobjetivos y trípodes y que los boricuas no puedan hacerlo sin un permiso municipal. Y claro, multar a cuanto puertorriqueño fotografíe sin permiso. Obviamente, para maximar el número de multas, las autoridades no divulgan la ordenanza, se quedan callados, detrás de las esquinas, esperando sorprender a algún puertorriqueño ajeno a todo esto y dejarle la multa en las manos.

Curiosamente, la ordenanza sirve para recordarnos que somos ciudadanos americanos de segunda clase, y que en realidad hay muchas leyes que nos prohíben los mismos derechos que los americanos de cepa en muchísimos renglones de nuestras vidas. Sin embargo, toda la lista de regulaciones como ciudadanos de segunda clase vienen impuestas por las leyes federales, no por las nuestras. En esto la ordenanza municipal sobre la actividad fotográfica sienta un precedente, a nuestro entender.

Quizá el objetivo primordial de la medida no sea realmente el impedir que saquemos fotos sin permiso, sino como antesala a otras medidas futuras. Vaya usted a saber.

Por ejemplo, en un futuro se podría imponer una ley impidiendo que los puertorriqueños que viajen por avión a EE.UU. puedan llevar maletas, para que los turistas americanos puedan llevar dos de forma gratuita en lugar de una. Que quede claro que las autoridades federales podrían hacer algo así sin que nosotros podamos hacer nada al respecto (que no sea protestar).

¿Se imagina que sea esto lo que pretende el PNP? ¿Serán así de hábiles? ¿Imponer una serie de normas que perjudiquen a los puertorriqueños, dejando claro nuestra condición de ciudadanos coloniales, para intentar forzar que nos inclinemos hacia la estadidad?

Otras leyes posibles:

En caso de no haber mesas disponibles en un restaurante, toda mesa ocupada por comensales puertorriqueños deberá ser hecha disponible de inmediato si un americano entra al establecimiento.

En caso de estar todas los asientos ocupados, ya sea en una guagua o en el tren urbano, los viajeros boricuas tendrán que bajarse si un americano entra en el vehículo.

En caso que en cualquiera de nuestras playas, los establecimientos de comida estén agotando sus existencias, se le dará preferencia a los ciudadanos americanos de primera. El establecimiento deberá anunciar por altavoces por toda la playa cosas como: “ya sólo quedan seis alcapurrias y cuatro pastelillos. Si algún americano desea comer alcapurrias y pastelillos, por favor venga a recogerlos…”.

En los casinos sucedería otro tanto. Por ejemplo, si una mesa de ruleta está ocupada, al llegar un americano, algún puertorriqueño deberá cederle el puesto. Lo mismo en las tragaperras…

Lo mismo en los aviones… en los taxis, en la lancha de Cataño, en cualquier lado.

Volviendo al caso de las fotografías en San Juan. Los que creen que la normativa no es práctica ya que es muy difícil de hacerla cumplir, siempre se podría regular por leyes que toda cámara fotográfica vendida en PR tenga que llevar un chip que transmita una señal que así lo señale. Y entonces se podría colocar “jamming devices” en los monumentos y edificios históricos de nuestra isla que se activen al reconocer la presencia de una cámara con el “chip boricua”. ¡Y problema solucionado!

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