Luego de que tuviera lugar media docena de incidentes de violaciones frustradas en el recinto de Río Piedras, perpetradas por hombres que entraron en la universidad luego de que la administración removiera los portones para impedir que en una futura huelga universitaria la policía encontrara dificultad alguna para entrar al recinto y desalojar a golpe limpio a los estudiantes, el único arresto que se ha dado ha sido el de una estudiante.
Este es el irónico resultado de las nuevas medidas de seguridad hasta el momento. Y la administración quiere ahora colocar medio centenar de cámaras en el recinto. El problema es que todos sabemos que el propósito no es evitar que violen o roben a los estudiantes, es para vigilar a los estudiantes mismos. Sinceramente, podemos imaginarnos a Doña Ana mirando por las cámaras la violación de una estudiante, que dudamos que llamaría a la policía para que lo evitasen. Esperaría a que el incidente pasara para justificar aún más medios de control a la población estudiantil.
Hace unos días los estudiantes se quejaron al ver que el nuevo sistema de transportación sólo incluye 5 trolleys, que por demás son muy estrechos y dificulta el uso a los estudiantes obesos, o con mochilas, o con incapacidades físicas. No entendemos cómo los estudiantes no se dan cuenta de que el número de trolleys corresponde a los futuros planes de doña Ana para el recinto... poquísimos estudiantes... en su mayoría graduados.
Las cámaras son necesarias para que la administración pueda comenzar con una ristra de nuevos cargos, como por ejemplo, permiso de parking, y quién sabe qué más... posiblemente habrá pronto que pagar para poder defecar en un baño sucio, sin papel, y sin agua corriente.
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