De esto se está hablando actualmente, de que los chicos y chicas de nuestro país se queden en las escuelas realizando actividades extracurriculares para resolver el problema de la deserción escolar. Teniendo en cuenta que una gran parte de nuestros adolescentes son realmente criminales y delincuentes que van por la mañana a la escuela y dedican las tardes y noches a fechorías varias, la idea de retenerlos en las escuelas parece muy razonable...
Como los frutos obtenidos por sus actividades delictivas son muchísimo más ventajosos que los obtenidos por los estudios (especialmente ahora que la UPR sigue cerrándole las puertas a los pobres) no es de sorprender que los estudiantes dejen la escuela del todo y se dediquen en cuerpo y alma a las actividades delictivas. Por lo tanto, si los obligamos a quedarse en las escuelas luego de terminado el horario escolar, estaremos combatiendo el crimen.
La mejor solución es que las escuelas públicas y privadas se convirtieran en colegios de internos, es decir, que los estudiantes vivan en las escuelas, día y noche. Y se acabó el problema de que si los padres saben dónde están sus hijos a las 10 de la noche... EN LA ESCUELA.
Ni que decir el dinero que nos ahorraríamos en transportación...
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