Es la conclusión a la que llegamos dada la intransigencia de nuestro país a la estudiante de la UPR Charlene González de Jesús, a quien se le está haciendo la vida imposible por el simple hecho de querer enseñarle las tetas a sus compatriotas. Por enseñarlas en la UPR se la arrestó y está pendiente de juicio, y por enseñarlas en una finca se la internó en el psiquiátrico...
Vamos a ver, ¿es tan grave que se enseñen unas tetas? ¿Por qué los hombres pueden y las mujeres no? ¿Por qué nuestras playas no son todavía topless? En un lugar donde el calor es agobiante, ¿tiene algún sentido vestirse?
En un país donde ya nadie se espanta de que violen a una niña de dos años, o que maten a un niño de una bala perdida, o de que quemen a una familia entera, o que le cercenen la cabeza a una anciana de 90 años... ¿cómo es posible que nos altere tanto que una chica nos muestre las tetas?
Nada de esto tiene sentido. El Coquí Cojo está a favor de la liberación de las tetas. Ya tenemos bastante por no ser libres, por ser una mierda de colonia en el siglo XXI, para que además no podamos enseñar o mirar unas tetas sin que se caiga el mundo...
Dejen a Charlene en paz, que enseñe las tetas a quien quiera, no pasa nada, absolutamente nada.
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