De los 57,000 estudiantes que quedan en la UPR después de las masacres de las huelgas y de la cuota, 38,000 reciben becas Pell. Uno de los cambios en los requisitos para conseguir la beca en su máxima expresión ($5,500 al año) ha sido bajar los ingresos familiares de $32,000 a $23,000, lo que significaría, según el presidente de la UPR, y por tanto de seguro un dato erróneo simplemente sacado de la manga para no asustar demasiado, que unos 13,000 estudiantes se verían inmediatamente afectados. Primero no nos creemos que todavía queden 57,000 estudiantes (según nuestros cálculos no llegan a 52,000 pero la UPR cuenta mal para ocultar la masacre de la cuota) y segundo, estamos seguros que más de 13,000 estudiantes se verán afectados al punto de no continuar sus estudios a menos que les falte muy poco para terminarlos.
En una noticia relacionada, en España, país que está viviendo una crisis salvaje, y cuyo gobierno no para de hacer recortes, han decidido que las matrículas anuales podrían subir hasta un 25% del total del gasto anual. Hoy en día el estudiante promedio paga unos $1,200 al año de un total de $8,000, es decir, el Estado subvenciona $6,800, y de ahora en adelante podrían tener que desembolsar de su bolsillo $2,000 al año. La medida del gobierno no se aplicará de forma uniforme en el país porque la juridiscción universitaria corresponde a las 17 comunidades autonómicas que componen España. Inmediatamente varias comunidades han dicho que no aumentarán en nada las matrículas porque consideran que los estudios universtiarios son un derecho de las masas y no de los privilegiados. Otras comunidades han dicho que aumentaran en algo pero nunca a un 25%. Curiosamente, los rectores se han unido para expresar que el aumento es un grave error, a pesar que muchos de ellos comparten la ideología del partido en el poder... Vamos, igualito que lo que pasa en nuestra isla, en la que todos los rectores (y profesores dígase de paso) que por miedo a represalias o por intereses partidistas personales han permitido, permiten y permitirán las sangrías estudiantiles. Además, no podemos comparar la educación universitaria de la UPR con la de la inmensa mayoría de las universidades españolas, comenzando por la pulcritud y estado de los edificios, la belleza, organización y envergadura de las bibliotecas, los medios electrónicos y los medios de investigación de que disponen. En cuanto a lo curricular, otro tanto. Y que se lo pregunten a nuestros estudiantes que han podido irse de intercambio por uno o dos semestres a la madre patria...
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