Como si las presiones que soportan nuestros estudiantes universitarios fuesen pocas, ahora la policía se ha unido a la lista de perseguidores poniendo multas a tutiplén aprovechándose de la atmósfera de júbilo que comparten los estudiantes durante las Justas. Más de tres mil multas fueron extendidas, lo que supondrá la catástrofe económica de muchos estudiantes.
La miopía de las autoridades ponceñas al tratar a los estudiantes con mano de hierro durante un acontecimiento anual que lleva cientos de miles de dólares a las maltrechas arcas municipales de Ponce podrán tener consecuencias negativas en un futuro. Aconsejamos a nuestros estudiantes a comenzar a considerar cambiar las Justas a Saint Thomas, donde las autoridades les tratarán como dioses por representar nuevos ingresos a la economía de su islita.
El Coquí Cojo le pide a la policía de PR a comenzar a tratar a los criminales de este país como si fueran estudiantes universitarios. Si lo hicieran, el crimen en la isla no duraría ni seis meses...
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