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El Coquí Cojo te da la bienvenida y espera que pases un rato agradable leyendo nuestras tonterías. Nuestro objetivo principal es el informarte, de una manera jocosa pero ilustrativa, de lo que sucede en nuestro querido terruño. No nos cabe duda alguna que nuestra islita es el epicentro de lo absurdo, y que superamos las más altas cotas del realismo mágico. Nuestros segmentos están basados en noticias reales que afligen a nuestra sociedad. Obviamente, para conseguir lo que consideramos jocoso, pondremos palabras ficticias a personajes reales, aunque en la mayoría de los casos no nos sorprendería en absoluto que las hubiesen dicho. El lector también podrá disfrutar de noticias totalmente falsas; la labor que tiene el lector es averiguar cúales son, tarea que a simple vista pareciera sencilla pero que a veces, debido a nuestra realidad surrealista, no lo será tanto.

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Apr 18, 2012

Ya no queda nadie con dinero en la isla

Los noticieros de anoche mostraron un edificio de Hacienda vacío, nadie se pasaba a entregar la planilla a última hora. Lo que todos los años ha sido un frenesí de multitudes tardías, anoche era un murmullo de coquíes. Algunos piensan que se debe a que más gente rellena su planilla electrónicamente, y otros, aún más ilusos, atribuyen los hechos a una súbita responsabilidad de la ciudadanía a hacer las cosas con prontitud... El Coquí Cojo comienza a sospechar que la razón de lo que ocurre es que la gente normal se ha quedado sin dinero y ni siquiera se ha planteado rellenar la planilla. 

La situación nos recuerda a los tiempos de Robin Hood y el sheriff de Nottingham. El sheriff era el hombre malvado que sólo hacía subir impuestos y tenía un ejército de inspectores que iban de aldea en aldea y de casa en casa cobrando a los pobres campesinos. Si un campesino no tenía dinero con que pagar, tenía que entregar un par de ovejas, o cinco gallinas, o una hija. Quizá sea éste el camino al que nos encaminamos, y el año que viene el gobierno enviará grupos de maestros desempleados por la Ley 7 a recoger vacas, gallinas, racimos de plátanos, etc., por los campos de nuestra geografía.

Pero no todo son malas noticias para el pueblo. Si el gobierno acepta a los hijos como pago y tributo, será la oportunidad de miles y miles de familias de deshacerse de los hijos e hijas malcriados...

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