Querido lector:



El Coquí Cojo te da la bienvenida y espera que pases un rato agradable leyendo nuestras tonterías. Nuestro objetivo principal es el informarte, de una manera jocosa pero ilustrativa, de lo que sucede en nuestro querido terruño. No nos cabe duda alguna que nuestra islita es el epicentro de lo absurdo, y que superamos las más altas cotas del realismo mágico. Nuestros segmentos están basados en noticias reales que afligen a nuestra sociedad. Obviamente, para conseguir lo que consideramos jocoso, pondremos palabras ficticias a personajes reales, aunque en la mayoría de los casos no nos sorprendería en absoluto que las hubiesen dicho. El lector también podrá disfrutar de noticias totalmente falsas; la labor que tiene el lector es averiguar cúales son, tarea que a simple vista pareciera sencilla pero que a veces, debido a nuestra realidad surrealista, no lo será tanto.

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Dec 4, 2011

¿Qué debemos hacer con Roosevelt Roads?

Debemos construir una ciudad.

Una ciudad moderna, autosuficiente energéticamente, ecológica, con molinos de viento y paneles solares en las azoteas de los edificios, compacta para que los servicios sean más eficientes, para que la seguridad ciudadana sea más efectiva. Una ciudad con amplias aceras, con áreas verdes generosas, parques donde los niños jueguen y los adultos socialicen y puedan formar un modo de vivir comunitario y solidario. Una ciudad llena de pequeños comercios, bien regulados, donde se propicie una clase económica media, con pequeños supermercados y panaderías, y pescaderías y carnicerías, y tiendas de ropa hechas en el país.

Una ciudad donde se camine, no se guíe. Una ciudad donde los niños vayan caminando a la escuela. Una ciudad donde quememos la grasa de nuestras barrigas. Una ciudad donde tengamos que saludar a la gente al salir de casa. Una ciudad donde nos contemos las cosas, donde riamos juntos, donde nos abracemos a diario.

Una ciudad con estructuras diseñadas para huracanes y terremotos, una ciudad con estacionamientos subterráneos que permitan zonas peatonales generosas en la superficie.

Que sea una ciudad de edicficios de 7 u 8 plantas, unidos entre sí, con avenidas anchas y aceras enormes con cafés con mesas al aire libre. Una ciudad que se abra hacia el mar y que no le dé la espalda. Que tenga un hermoso paseo peatonal junto al mar, y playas accesibles para todos. Con hoteles pequeños que se confundan con los edificios de apartamentos. Una ciudad cuyas avenidas se dirijan al mar, que el caminante pueda ver el azul desde cualquier punto de la avenida, y que las calles transversales entre las avenidas sean estrechas, muchas peatonales y acogedoras.

Una ciudad con un tendido eléctrico soterrado, de iluminación solar para las áreas comunes (faroles). Una ciudad con parques con zonas de sombra de árboles tropicales, con puestos de periódicos y revistas, y cafés con mesas al aire libre.

Una ciudad con un eficiente plan de transporte público. Con guaguas eléctricas y tranvías pintorescos. Una ciudad donde no haga falta la entrada de ningún camión, que sólo tengan que ir a centros periféricos de distribución.

Una ciudad cuyos edificios estén diseñados de forma acorde con nuestra climatología, calles guarnecidas con toldos que provean sombra y cornisas que permitan transitar bajo muestros hermosos aguaceros. Edificios y estructuras que muestren la identidad de nuestro pueblo. Plazas con soportales donde se hagan mercados semanales de artesanías y todo tipo de arte. Una ciudad con museos de muchos tipos donde nuestros hijos puedan aprender de arte, de ciencia, de tecnología, de historia... Una ciudad llena de estatuas y esculturas. Una ciudad donde haya quioscos de libros y zonas de lectura.

Una ciudad con un hermoso puerto pesquero, con un puerto de yates, y con varios embarcaderos para cruceros de turistas. Una ciudad que descongestione el área metropolitana, que desarrolle el este de la isla. Una ciudad cuya periferia cuente con fábricas que ofrezcan trabajo. Con parques industriales donde se fomente la iniciativa privada. Unparque tecnológico donde se invite a las empresas internacionales de tecnología a que establezcan puntas de lanza para América Latina...

Una ciudad que nos enorgullezca, que sea el faro del Caribe, la apertura al mundo... Una ciudad que cambie el rumbo de nuestro país, que inicie una nueva etapa de prosperidad bajo nuestras propias iniciativas... Una ciudad que genere un cambio en nuestras almas, una ciudad que marque el camino a las otras ciudades del país.

Esto es lo que deberíamos hacer con Roosevelt Roads.

1 comment:

David said...

Se podría hacer tanto. Ir en la dirección opuesta al desastre urbanístico de PR. Pero los puertorriqueños con su pensar contaminado por la metástasis de urbanizaciones/suburbios de los EEUU, reproducen un modelo que ni en los EEUU, con su extensión de tierra funciona. En nuestro 100x35 esto llega a el nivel de una hecatombe.