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Nov 4, 2011

El caso del arzobispo

Parece que a todo el mundo se le ha olvidado lo que quiere decir el concepto de separación Estado - Iglesia. Esto quiere decir que la Iglesia no tiene hueco en el Estado y viceversa. Por eso no puede haber un crucifijo colgado en un edificio del gobierno o una bandera en una iglesia.

El que el Vaticano haga investigaciones de sus empleados, especialmente los de alto rango, es loable. Ojalá las hubieran hecho desde hace muchos años y hubieran evitado los millares de violaciones a niños por parte de sacerdotes y obispos. Todo organismo debe asegurarse que no haya manzanas podridas entre sus filas. Ahora bien, tampoco creemos que el arzobispo de San Juan haya hecho nada lo suficientemente grave como para que se le eche del cargo que ostenta y menos para que sea expulsado de la Iglesia Católica, o por lo menos eso esperamos. Lo que parece que ocurrirá será que le llamen la atención y que baje su perfil mediático.

No estamos en contra de que los que llevan sotana luchen contra la injusticia social, pero deben hacerlo desde abajo, es decir, ayudando a los marginados y desamparados socialmente, y enseñarles cuáles son sus derechos y cómo defenderlos. Pero eso de tener una agenda política desde el púlpito es otra cosa. El arzobispo puede en cualquier momento colgar la sotana, es decir, dejar la Iglesia como lugar de trabajo, y dedicarse a la política como cualquier otro ciudadano. No creemos que lo haga dada la posición de privilegio que ocupa en la jerarquía eclesiástica, pero le exhortamos que lo piense y que haga lo que sienta que sea lo correcto.

No entendemos por qué tanta gente se haya llevado las manos a la cabeza. Hasta cierto punto la lealtad extrema que ha despertado el arzobispo entre sus feligreses podía serle perjudicial ya que levanta una pequeña alarma de que lo que tiene el arzobispo tras de sí es verdaderamente un movimiento político.

En fin, lo que revuelca las pasiones de muchos es el secretismo de la Iglesia, que no dice casi nada ni habla a los medios. Así son sus procedimientos, como los de cualquier organización privada. No sabemos si la Iglesia opte por el camino del medio y simplemente decida transferir al arzobispo a otro país. Sería quizá lo más conveniente para El Vaticano.

Terminamos el comentario recordando que la separación Estado Iglesia le conviene a ambas instituciones. Sólo hay que ver que los sacerdotes y obispos pedófilos y violadores no han ido a la cárcel. Simplemente han perdido sus cargos (y no todos) en la Iglesia. Las víctimas sólo pueden pedir una compensación económica, pero no pueden ver a ninguno de sus violadores tras las rejas...

9 comments:

Anonymous said...

Ridículo es este escrito del coquí. ¿De dónde sale eso de una agenda política desde el púlpito? El arzobispo casi nunca predica desde el púlpito porque casi nunca oficia misas. Esos comentarios son productos de penepés wannabe gringos que se openen a él porque es boricua. Si el arzobispo fuera un MacManus o un Davies, estarían felices. El coqui también, supongo.

Anonymous said...

Tanto El Coquí Cojeando como el anónimo que me precede están equivocados. Para empezar, todo este escándalo no fué provocado por los penepés wanabe gringos como dice mi tocayo anónimo arriba; eso sería darles demasiado crédito a un grupo de personas que son unos indolentes e ignorantes.

Si fuera cierto que la queja de Melinda Romero de hace 10 años con todo y sus 10,000 firmas hubiera tenido la fuerza para halar el gatillo de una investigación de la Santa Sede, ya lo hubiera hecho Juan Pablo II antes de morir. Pero no... Juan Pablo II, con todo y su Parkinon's se pasó la querella por donde no le daba el sol; Melinda, como tiene menos estudios universitarios que el Chuchin, lo único que puede hacer es buscar el protagonismo instigatorio de una investigación que se debe a lo que a continuación describiré.

Sepa el comentarista del Coquí Cojeando que este asunto no tiene que ver nada con asuntos de separación de iglesia y estado. ¿Es que usted no ha pisado la catedral en los últimos treinta y pico de años para admirar la bandera puertorriqueña detrás de la virgen patrona? ¿Cómo es que que nadie se ha quejado al respecto hasta el día de hoy? ¿Y qué tal las catedrales de España, Latino América y hasta los mismos Estados Unidos? Sepa usted que el bochinche estriba en una queja contra el arzobispo que enviara al Vaticano uno (o varios) de los demandantes del Colegio Perpetuo Socorro quienes tienen entablada una demanda contra el arzobispo por cinco millones de dólares de un Building Fund. Eso es todo, aunque algo serio. Entretener los lloriqueos de Melinda Romero e insolentes como Dávila Colón es darle una atención inmerecida que no se merecen.

Me apena que el comentarista no haya sido más considerado con una iglesia que, si bien ha cometido errores gravas en el pasado, también ha hecho un mar de bien no solo en PR sino en el mundo entero. Gracias por la oportunidad de publicarme.

Rafael said...

El problema de este cura es que no se cura y si se cura, se cura con la cura de otro. Que cura.

el coquí cojo said...

Rafael, menudo trabalenguas! Yo tengo un amigo que fue cura y luego se salió y cuando sus amigos le dijeron que cómo había colgado la sotana, él les contestó que antes de colgarla, se la había arremangado varias veces... la anécdota es cierta, no es un chiste.

el coquí cojo said...

El Coquí Cojeando agradece al segundo anonymous por su aclaración. Si ese es el motivo, que sirva de ejemplo de cómo en todos los sitios se cuecen habas. Con respecto a la bandera detrás de la V. de la Providencia no tiene tinte político alguno y por eso se permite, el hecho es que la V. de la Providencia es la patrona de nuestro país, que por cierto, parece que se ha ido de vacaciones desde hace mucho...

el coquí cojo said...

Lo de una bandera en una iglesia, o en un altar dentro de una iglesia puede o no tener tintes políticos, todo depende de la situación. Por ejemplo, si sobre un ataúd ponen la bandera puertorriqueña y meten al ataúd en la iglesia, no hay problema alguno ya que significa o bien que el muerto ha servido en un cuerpo militar o de seguridad o que es considerado un baluarte cultural de la patria. Así que cuando vemos una bandera en una iglesia sabremos si es un acto político o no... es como cuando sabemos si una foto es erótica o pornográfica... es fácil de discernir.

el coquí cojo said...

En El Coquí Cojo nos alegramos haber levantado este polcorín de comentarios. A veces es bueno increpar a nuestros lectores para que despierten un poco!!!!

Grace said...

Eso es una gran mentira. En MILES de iglesias hay banderas de pais, eso fue iniciativa del Papa Juan Pablo Segundo. Eso no es intromision politica, solo en una colonia, por Dios.

el coquí cojo said...

Grace, mira el comentario que escribimos hace unos días. Las banderas en las iglesias que no tienen connotaciones políticas están bien, si las connotaciones son de unidad de las naciones y pueblos está bien.