Es tanta la expectativa de llegar a esta cifra tan redonda, aunque se trate del número de asesinatos, que hemos llegado a imaginar que el sicario que mate a la víctima 1,000 se llevará un premio... Veamos quiénes están interesados en que el número de asesinatos sea alto:
1.- La policía. El puesto de trabajo de quizá la mitad de los más de 17,000 policías que tenemos en la isla desaparecería si no tuviéramos asesinatos, o al menos tuviéramos cifras normales para el tamaño de la población (unos 100 al año). Debido a que el salario de los policías no depende de la efectividad en combatir el crimen, la lluvia de asesinatos es una bendición para la uniformada. ¿Se imaginan si los aumentos de salario de los policías dependieran del número de arrestos y convicciones? Otro gallo cantaría...
2.- El Instituto de Ciencias Forenses. Su trabajo depende prácticamente exclusivamente de los asesinados. Sabemos que no dan abasto, y que trabajan horas extras prácticamente de gratis. Pero si les preguntáramos nos dirían que prefieren tener que trabajar como salvajes a perder el trabajo.
3.- Los reporteros y periódicos. Los diarios del país dependen del crimen. Si no fuera por el crimen, El Nuevo Día, por poner un ejemplo, pasaría de las 120 páginas de promedio a unas 20... Y no digamos los trabajos que el crimen crea de reporteros, es una legión los que están apostados en los tribunales del país para informar de lo que haga falta.
4.- Los políticos. ¿Qué harían los políticos sin los asesinatos? Muchísimos perderían los trabajos. El crimen siempre es un estandarte del partido de la oposición, sea el PPD o PNP. No importa quién esté en el poder, el crimen sigue subiendo.
5.- Los vendedores de coches de lujo, avionetas y yates de gran velocidad. Posiblemente se irían a la quiebra si no hubiesen delincuentes ricos. El negocio de las drogas, primer causante de asesinatos, financea estos sectores económicos.
La industria de la droga genera más economía que todos los sectores económicos legales juntos, por lo que no nos extrañaría que al igual que el Óscar de Hollywood, el sector del crimen podría tener una gala anual para entregar premios a los mejores vendedores de drogas, a los mejores guardaespaldas del crimen, al mejor sicario, al mejor conductor de lancha de alta velocidad, al policía más cooperador, al técnico forense con el número mayor de "errores" que dejen en libertad a los sicarios correspondientes, al vendedor de carros más amigable a tomar dinero en efectivo si preguntar nada..., al alcalde más cooperador con los puntos de su municipio, etc., etc., etc.
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