Eso ha dicho don Iván González Cancel, aspirante a la gobernación por el partido PNP. La razón que ha dicho por la que no irá a la convención es que todavía el PNP no ha aceptado su candidatura y teme que no se la den por alguna maniobra sucia de la maquinaria política de Fortuño. Sin embargo, sabemos por medio de un informante que la verdadera razón por la que don Iván no asistirá es que teme que le tiendan una trampa... como por ejemplo, que Fortuño se caiga al suelo por un supuesto infarto y quieran ver qué decide hacer el buen cardiólogo... o ¿no tan bueno?
Según los entendidos, demostraría su entereza de carácter como médico si le salva sin dudarlo un segundo. Ahora, si se queda parado mirando a otro lado como quien no quiere la cosa, desatendiendo todo tipo de solicitud desesperada de los presentes... entonces demostraría que antes de cirujano es un oportunista. Si decide quedarse parado mientras ve cómo el gobernador va perdiendo la conciencia, retorciéndose con la mano derecha estrujándose el pecho y el brazo izquierdo en un doloroso estertor... entonces no habría duda que don Iván sería portador de una sangre fría apta para la política. Otra reacción posible sería que se quedara mirando al agonizante mientras lanza carcajadas estridentes con un vaso de whisky con hielo en la mano, reacción que le haría gobernador en el acto y sería aplaudido calurosamente. Otra posible reacción, la más cuel de todas sin duda alguna, es que don Iván sugiera llevar al gobernador a un CDT, o incluso al Centro Médico, lo que es prácticamente una sentencia de muerte...
¿Se imaginan a Fortuño llegando a un hospital en medio de un infarto y que no le aceptaran la tarjeta MiSalud? ¿No sería un caso de justicia divina?
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