Al parecer no nos queda otra alternativa. La modernidad, la era de los automóviles de gasolina y el tendido eléctrico están por encima de las posibilidades de nuestro pueblo. Ya hemos comprobado que para gozar de los adelantos de la modernidad hemos tenido que regresar a los tiempos de la esclavitud, es decir, trabajar y entregar todo nuestro salario para poder comprar gasolina y pagar la factura del servicio eléctrico. Así que la decisión se basa en 1.- o tenemos carros y luz eléctrica en nuestros hogares, con electrodomésticos eléctricos, y somos esclavos, entregando todo el salario para ello, o 2.- superamos la esclavitud pero volvemos a la era de las velas, los quinqués, los caballos, los carruajes de caballos, etc.
Esta es la decisión... Si vives en el área metropolitana, la opcíón (2) es difícil de llevar a cabo, pero si vives en un área rural, quizá si puedas escoger dicha opción. La verdad es que si lo pensamos bien, no es tan alocado volver al siglo XIX cuando no había servicio eléctrico ni carros de combustión. Por otro lado, no todos son desventajas de regresar a una vida más simple. Lo primero es que podemos ahorrar gran parte del salario, y con ello podemos adquirir un buen fogón, leña para cocinar, buenos quinqués... Las velas se pueden hacer en casa, al igual que el jabón (¡cuánto nos ahorraríamos en jabón!). Lavando en la pileta haríamos ejercicio, seríamos más sanos. Haríamos más ejercicio, una mañana a la semana desyerbando a machete es el mejor ejercicio aeróbico posible. Sólo miren a los abuelos y abuelas nonagenarios que andan por Río Piedras, más duros que una piedra, más despiertos de mente que un muchacho de 20 años...
Un buen caballo que nos lleve a donde necesitemos ir, si tenemos familia necesitaremos una carreta. Con el estado de nuestras carreteras, las carretas son más idóneas que los carros. Quitamos el alfalto que esté dañado y dejamos esa parte de la carretera en tierra, a la carreta le da igual que sea tierra o asfalto mientras esté en buen estado. Volvemos a colocar fuentes públicas, mejor dicho, plumas donde ir a recoger el agua. Plantamos árboles frutales y yuca, ñame, yautía, malanga... Montamos cooperativas en cada pueblo para tener una finquita de vacas que provean la leche a $0.50 por galón, en lugar de los $6 actuales... Nos olvidamos de los refrescos, y sólo bebemos jugos naturales de las mejores frutas del mundo. Y nos olvidamos del cochino capitalismo que lo único que nos ha traido es miseria humana, crímenes, drogas, asesinatos, sicarios, etc.
Quizá podemos evitar los arados de bueyes, y utilizar tractores de diesel (duran una eternidad) de una manera inteligente, en fincas comunitarias.
Y si Cuba puede vivir en la década de los 1950, nosotros podemos vivir en el 1850. La industria turística se dispararía porque seríamos la nueva y única Bali o Tahiti del Caribe. Nos lloverían las estrellas de cine de todo el mundo, vendrían millones a casarse en nuestras chozas costeras...
Volviendo a 1850, evitaríamos conflictos divisorios como el gasoducto Vía Verde, etc. En cuanto al status, ya no nos importaría tanto ser parte de los EEUU, ¿para qué? si ellos vivirían en el siglo equivocado...
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