Querido lector:



El Coquí Cojo te da la bienvenida y espera que pases un rato agradable leyendo nuestras tonterías. Nuestro objetivo principal es el informarte, de una manera jocosa pero ilustrativa, de lo que sucede en nuestro querido terruño. No nos cabe duda alguna que nuestra islita es el epicentro de lo absurdo, y que superamos las más altas cotas del realismo mágico. Nuestros segmentos están basados en noticias reales que afligen a nuestra sociedad. Obviamente, para conseguir lo que consideramos jocoso, pondremos palabras ficticias a personajes reales, aunque en la mayoría de los casos no nos sorprendería en absoluto que las hubiesen dicho. El lector también podrá disfrutar de noticias totalmente falsas; la labor que tiene el lector es averiguar cúales son, tarea que a simple vista pareciera sencilla pero que a veces, debido a nuestra realidad surrealista, no lo será tanto.

Para enviar algún comentario, pulse el título de la noticia que desea comentar y se abrirá una página donde usted podrá escribir su comentario. Todo comentario es anónimo excepto si el autor del mismo decide incluir su nombre como parte del contenido del comentario. También puede subscribirse como un "follower", que es algo así como "fanático del blog" o "lector compulsivo" de El Coquí Cojo. Gracias.

Oct 1, 2011

Un suicidio que dice mucho de cómo estamos

Una anciana de 82 años se suicidó en la bañera de su casa en Jayuya. No sabemos los detalles de la decisión pero nos tememos que no son razones muy singulares que digamos, que son las mismas razones por las que miles de ancianos en nuestro país estarán pensando hacer lo mismo. Muchos no se atreven y otros tienen ideas religiosas absurdas por las que viven en la total indigencia. Da mucha pena la situación de los viejitos en nuestra isla. Muchos están prácticamente abandonados a su suerte, sin dinero suficiente para alimentarse bien, y peor aún, sin dinero para pagar las medicinas que requieren. Muchos ni siquiera tienen acceso a transporte, ya sea por la ineficacia de la transportación pública o por la miseria de sus familiares, tanto económica como de carácter.
Luego de vidas de haber servido como ciudadanos útiles se ven totalmente desvalidos y olvidados. Muchos prefieren quedarse en una vida de soledad y tristeza en algún aposento que no se le podría calificar de casa, y no tienen dinero para ir a una residencia, y si lo tienen prefieren no hacerlo por las historias dramáticas y abusos que sufren los que viven de esa forma.
Si los corruptos se preguntan si con sus robos y desfalcos y sobornos afectan a alguien, la respuesta es que afectan a muchos, entre ellos, a centenares de miles de ancianos.