Somos independentistas

Para que se aclare este asunto de una vez. El Coquí Cojo es independentista. Creemos en la República de Puerto Rico. Si el ELA tuvo algún sentido hace más de 50 años, ya no lo tiene, o por lo menos cada vez lo tiene menos (el ELA vive del miedo a tomar una decisión permanente, pero algún día se vencerá ese miedo, es ley de vida).

Curiosamente, por un lado el ELA está perpetuando el coloniaje, y por otro está impidiendo la estadidad. Mientras la estadidad no se lleve adelante, la independencia tendrá mayores probabilidades de cuajar dentro de 30 ó 40 años, cuando la asociación con los EEUU no sea vista como la gran cosa (creemos que la asociación actual es perjudicial, lo que pasa es que la gente no quiere darse cuenta, el status quo es la alternativa más cómoda, desconfiamos de nosotros mismos para llevar las riendas del país; nos amedrenta la pobreza de nuestros vecinos, e incluso nos consuela haciendo que nuestra pobreza duela menos; es lo de mal de muchos, consuelo de tontos).

Las únicas dos alternativas que podrían considerarse como posibles para el futuro de nuestro país son la estadidad y la independencia. Sin embargo, digan lo que digan, nunca llegaremos a ser americanos de primera (como ellos, aunque quisieran, nunca podrían ser puertorriqueños de primera), simplemente porque tenemos una idiosincracia y una cultura distintas, una historia diferente, una forma de pensar y sentir diferentes. La única manera de no traicionarnos a nosotros mismos es la independencia.

Si algún día vence la estadidad, que lo dudamos realmente, al cabo de los años como estado nos arrepentiríamos de serlo, cuando la gente viera luego de 10, 20 o 30 años que no sirvió para nada, que simplemente desplazamos al estado más pobre de la unión americana.

Creemos que con el pasar de las décadas, la alternativa de la independencia será considerada más y más viable, o incluso quizá sea impuesta por EEUU (que podría racionalizarlo de cien maneras distintas). Quizá dentro de medio siglo se haya vencido la pobreza en el mundo, y la prosperidad sostenible sea un hecho. Con ello las relaciones internacionales serán mucho más solidarias, amenas, carentes de tanta importancia. Y esto desemboque en un anacronismo absurdo de todo tipo de coloniaje, y la independencia se vea como la alternativa natural de todo pueblo en el planeta. Y nuestro pueblo vea claro que la independencia se caía de la mata, sin traumatismo alguno. Quizá algún día veamos a EEUU como vemos a España hoy, que fue parte de nuestra historia, que la mentalidad de hacía siglos era diferente y que ahora hemos vencido los traumas que tuvieron nuestros compatriotas a finales del XIX cuando intentaron ser parte integral de España... y no lo consiguieron. La historia tiende a repetirse, así que quizá dentro de un siglo veamos a EEUU con cierto cariño, con el mismo cariño que vemos hoy a España, pero como parte de nuestra historia pasada y superada. Sólo hay que dejar correr el tiempo...