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Sep 24, 2010

Lares se queda afónico

El pueblo de Lares se ha quedado sin grito en su slogan. De “la ciudad del grito” ha pasado a “la ciudad de los cielos abiertos” (la verdad que podían al menos eliminar “los”, suena fatal). El cambio ha tenido repercusiones patrióticas dado que en esa ciudad se declaró la República de Puerto Rico, el 23 de septiembre de 1868. Como todos sabemos, la “revolución” fracasó estrepitosamente y la república sólo duró unas horas. Lo importante es el dato que en 518 años de historia (aquí eliminamos los miles de años de historia de los pueblos indígenas que poblaron la isla) sólo hemos sido colonia (española hasta 1898 y estadounidense nadie sabe hasta cuándo) excepto ese día conocido como El Grito de Lares. Y al parecer, los gritos han vuelto a raíz del cambio del “mote” de la ciudad. El cambio de nombre no busca un cambio social ya que las aspiraciones “republicanas” en Puerto Rico son realmente muy bajas, menos de un 5% de la población la defiende en las urnas. Y es por esto que no cabe duda que el cambio tiene por motivación enterrar definitivamente la única referencia de libertad en la historia de Puerto Rico. En otras palabras, es como si un general de la 7ma de caballería dijera “vamos, que sólo nos falta un indio más”. Definitivamente tiene saña la cosa. En el plano irónico (pero más posible de lo que la gente piensa), quizá algún día Puerto Rico alcance la independencia, no en nuestras urnas, sino en el Congreso estadounidense, cuando se cansen de nosotros, cuando piensen como los que cambiaron el nombre y digan “vamos, que sólo nos queda un puertorriqueño más”.

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