“Desastrosa la noticia de la reducción de vuelos de American Airlines y American Eagle” nos dijo una fuente fidedigna del gobierno de nuestra isla. Bajo un acuerdo de confidencialidad, declaró:
“La reducción de vuelos es un verdadero desastre para la política económica de Luis Fortuño que depende enormemente de enviar al exilio económico a miles de puertorriqueños”. Cuando le pedimos que pudiera explicarnos un poco más lo que acababa de decir, nuestra fuente no fue ni corta ni perezosa: “Pues es bien fácil de entender, al ir eliminando miles de trabajos lo que se pretende es que se vayan los despedidos a Estados Unidos. Cuando se despiden a miles de maestros y se aceptan miles de alumnos menos al sistema UPR, se pretende que no tengan más remedio que irse. Con los viejitos es más difícil, pero hay iniciativas: hacerle la vida muy difícil a los médicos especializados, especialmente geriatras, para que también se vayan y evitar que la isla se convierta en un asilo de ancianos, ya sea por muerte de viejitos debida a la falta de cuidados médicos necesarios, o porque no tienen más remedio que irse a Florida para operarse de la cadera, por ejemplo. El gobierno quiere que los vuelos de llegada a Puerto Rico traigan turistas americanos a los casinos y que los vuelos de salida se lleven a toda esta gente (sobre todo populares) de nuestro país que sólo le dan problemas a la administración. El gobierno incluso está pensando poner estas responsabilidades bajo el Instituto de Cultura ya que según algunos espertos del PNP lo que se pretende es conservar la tradición del exilio económico de nuestro país, tradición tan digna como la de los fuegos artificiales del 4 de julio".
Cuando nuestro informante vio la cara que se nos estaba poniendo, añadió: “Pero no se preocupen porque no hay mal que por bien no venga. El gobierno está estudiando soluciones, como por ejemplo, añadir camarotes de pasajeros en nuestros barcos de la Naviera para seguir sacando gente de la isla”.
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