La lección de política de Nancy Pelosi fue realmente magistral. La señora vino a la isla a recaudar fondos para su próxima campaña y se llevó más de 100,000 dólares. Para ello tuvo que decir todo lo que consideró grato a los oídos boricuas que se cruzaban en su camino, incluidos los de los reporteros de las diversas emisoras de radio y televisión.
El Coquí Cojo prefirió enviar a uno de sus reporteros de incógnito (de pinta gringa, por supuesto) haciéndose pasar por el pasajero de avión sentado al lado de Nancy (después de cuatro horas de vuelo se hicieron amigos). Nuestro reportero pudo grabar las palabras de la insigne política: “No sabe usted las cosas que he tenido que decir en esa isla de los infiernos para conseguir un poco de dinero, cosas tan ridículas como que el comisionado debería tener voto en el Congreso, que el voto debería valer lo mismo que el de cualquiera de nosotros, que aunque se tuviera que enmendar la constitución americana, estaba segura que con mi apoyo se podría hacer, que conseguir dos terceras partes de los miembros de la Cámara y el Senado era un mamey. Vamos, como si se nos hubiese olvidado que los demócratas de la isla prefirieron a Hilary sobre Obama. ¡Y Fortuño a McCain! La verdad que no sé cómo habrán podido creer tanta mentira”.
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