Roberto Pagán Centeno, alcalde de Lares, se empecina en cambiarle el nombre a su ciudad, pero da medio paso atrás y acepta que se usen ambos nombres. En El Coquí Cojo no nos gusta el nombre de “la ciudad de los cielos abiertos” porque ese nombre se lo hubieran podido poner a todas las ciudades del mundo, ya que encima de cada una están los cielos, y el cielo nunca está cerrado que sepamos nosotros.
El Coquí Cojo organizó un breve concurso para ponerle nombre a Lares. El único requisito del certamen exigía que el nombre, o “mote”, debería ser original y que señalara algo típico de Lares. El panel del jurado hizo hincapié en la necesidad de que el slogan de una ciudad debe señalar algún rasgo autóctono que defina sin equívocos la ciudad en sí. Por ello eliminamos propuestas como “Lares, la ciudad del alcalde tonto” porque dicho lema podría aplicarse a casi todos los pueblos de la isla. Otras propuestas que fueron descartadas por lo mismo fueron las siguientes: “La ciudad de las calles llenas de hoyos”, “La ciudad de las aceras intransitables”, “La ciudad sin los estacionamientos necesarios”, “La ciudad de las escuelas sin medios suficientes”.
También hubo un grupo de lemas que a pesar de su exquisita originalidad, tuvieron que descartarse dada su deficiencia en lo que se refiere a que cuadrase con la realidad: “Lares, la ciudad de los tiburones blancos”; “Lares, paraíso de los careyes”, “La ciudad de los cocoteros salvajes”, “El hogar de los dioses taínos”, y “Lares, capital de Estados Unidos” (este lema es muy del agrado del alcalde).
Un grupo de lemas llamó la atención del jurado por sus cualidades poéticas: “Lares, bares y más bares”, “Si vienes a Lares, no salgas de los bares”, “Si te vas de Lares, que tu vida se llene de azares”, “Si no te gusta Lares, que te lleve quien sabes”, “Si no te gusta Lares, ojalá no te queden ni tres tardes”, “Si te vas de Lares, que te mueras de hambre”, y muchos más de este tipo. Sin lugar a dudas, creemos que nuestros lectores comprenderán que estas alternativas fueron rechazadas porque daban la impresión de que los lareños son un tanto borrachos y vengativos.
La propuesta de “Lares, lechi di poti” fue sin duda la de mayor grado autóctono, pero fue descartada por la mayoría de los lareños, a pesar de que cuando se les preguntaba en privado reconocían que era inequívoco y cierto.
En fin, que al parecer la tarea era más difícil de lo que nos habíamos imaginado.
1 comment:
¿Y porqué no "Lares...ciudad del helado de aguacate"?
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