Reaccionando a las continuas acusaciones contra la Iglesia Católica belga, donde cada día surgen nuevas pruebas de pederastia por parte de sus sacerdotes, el Papa ha pedido que no se hable más de los casos de pederastia de manera pública. El Papa prefiere volver a las prácticas normales de toda la vida, donde la Iglesia es la acusadora y no la transgresora. Las oraciones del pontífice manifiestan su gran deseo de que todo vuelva a su cauce y que sólo se hable de los pecados de los feligreses y no de la Iglesia. En palabras del Santo Padre: “Estamos hartos de las acusaciones de pederastia, que dada la avalancha de pruebas ya no podemos negar más. Pero ya es hora de volver a hablar de vuestras faltas y no de las nuestras. Aunque de ahora en adelante os prometo que seremos un poco más permisivos y nos comprometemos a rebajar las penitencias. Ahora entendemos la tabarra que os hemos dado por dos milenios”. Por su parte, los teólogos más influyentes del mundo han manifestado que ha llegado la hora de permitir que los curas se casen ya que de ahora en adelante les será mucho más difícil cubrir sus necesidades sexuales dado el cerco policial y judicial al que están sometidos en todo el mundo. Esta propuesta parece haber sido recogida con una aceptación sin precedentes por el Vaticano, que según fuentes fiables, quiere incluir en la propuesta la posibilidad que se rebaje la edad mínima para poder contraer matrimonio religioso a los 8 años de edad.
