Querido lector:



El Coquí Cojo te da la bienvenida y espera que pases un rato agradable leyendo nuestras tonterías. Nuestro objetivo principal es el informarte, de una manera jocosa pero ilustrativa, de lo que sucede en nuestro querido terruño. No nos cabe duda alguna que nuestra islita es el epicentro de lo absurdo, y que superamos las más altas cotas del realismo mágico. Nuestros segmentos están basados en noticias reales que afligen a nuestra sociedad. Obviamente, para conseguir lo que consideramos jocoso, pondremos palabras ficticias a personajes reales, aunque en la mayoría de los casos no nos sorprendería en absoluto que las hubiesen dicho. El lector también podrá disfrutar de noticias totalmente falsas; la labor que tiene el lector es averiguar cúales son, tarea que a simple vista pareciera sencilla pero que a veces, debido a nuestra realidad surrealista, no lo será tanto.

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Sep 29, 2010

Carta a Ana Guadalupe

Ana, desiste ya, entiende que ya nadie te quiere, ni siquiera la Administración Universitaria. Ya has hecho lo que te han pedido y ya es hora de que los mismos que te pusieron en la rectoría te quiten de ella. Has servido para ellos tu propósito. Has sido la Judas de los estudiantes, y ahora te toca volver a la vida en tu anonimato anterior. Es una pena que en algún momento renunciaras a tus ideales y te pusieras a la disposición de los que no tenían los intereses genuinos de la Universidad de Puerto Rico como prioridad.
En El Coquí Cojo entendemos tu tristeza, y sabemos que pusiste tu candidatura a rectora permanente a último momento ya que o no estabas segura si merecía la pena seguir con la cruz de la traición a cuestas o porque creiste que la Administración seguiría apoyándote luego de demostrarles tu lealtad incondicional durante todo el conflicto huelgario.
El Coquí Cojo espera que todos aprendan de tu ejemplo: es peligroso jugar con serpientes, y que nada en el mundo merece la pena si te pide a cambio que vendas tu alma.
Sin embargo, no te des por vencida y regresa al lado de los que queremos una Universidad fuerte, y repleta de estudiantes, especialmente de aquellos que no tienen dinero ni para caerse muertos, para los jóvenes puertorriqueños que aspiran a ser algo en la vida. Regresa a los que tenemos la ilusión que las nubes grises de los traidores pasarán y volverá a lucir el sol de un pueblo que no se merece a tanto imbécil como administradores de su universidad.

1 comment:

Anonymous said...

Se podrá decir con menos palabras, pero no mejor.
Ánimo, Coquí Cojo. Los de abajo cuentan contigo.