En la prensa de hoy se publicó la curiosa noticia de que científicos han demostrado que el animal más ruidoso del planeta es una chinche acuática cuya especie se conoce con el nombre de Micronecta Scholtzi y que produce un “grito” de 99.2 decibelios, equivalente a escuchar a una orquesta sinfónica desde primera fila. Aunque esto es curioso por sí mismo, lo más curioso es cómo estas chinches generan el ruido: “al frotar su pene contra el abdomen, en un proceso conocido como estridulación”.
Aquí es donde El Coquí Cojo no tiene más remedio que levantar una observación: los bebés y niños menores de nuestra especie pueden gritar a más de 100 decibelios en los eventos de los berrinches más extremos. Por otro lado, todos ellos (bueno, casi todos, no nos olvidemos de la inseminación artificial), tanto bebitos como bebitas, fueron el resultado de la “estridulación” de los penes en las vaginas, por lo que levantamos una queja formal a la comunidad científica…
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