Según el Centro Sociológico de El Coquí Cojo, el fenómeno de menores que se entregan a los vicios del alcohol, drogas, sexo comunitario, uso de medios electrónicos para todo lo ilícito, etc. es producido por la caída estadística en la esperanza de vida de los niños, adolescentes y jóvenes puertorriqueños debida al aumento ingente de asesinatos, muertes por accidentes, e incluso muertes por falta de medios hospitalarios que vive el país. Uno de nuestros reporteros entrevistó a Ernesto (también conocido como "Esto"), un chico de 13 años:
La realidad es muy sencilla. Yo vivo en un residencial. Según lo que he visto, ya ni podré entrar en la UPR por falta de dinero, o porque quizá cuando me toque llegar, ya la UPR ni exista. Para ganar algo de dinero, no tengo otro remedio que dedicarme a las drogas. Aunque no haga nada delictivo, me pueden matar en cualquier momento, ya sea caminando por la acera, o corriendo en motora, o conduciendo por el Expreso, o en el balcón de mi casa. No tiene que haber razón alguna para que me maten. Por ejemplo, me pueden matar mientras hablo con mis amigos porque alguno de ellos sea el objetivo de los sicarios o porque sin darme cuenta el que está al otro lado de la esquina es un travesti o un homosexual. Por lo tanto, tengo que gozar la vida como sea por los añitos, o meses, que me queden. No hay otra…
El Coquí Cojo cree que éste es el chico que debería hablar con Obama. Que sea nuestro portavoz nacional (o colonial). Que le dejen media hora a solas con el presidente… Si Obama no hace nada por nosotros después de esto, entonces confirmaríamos que no les importamos un carajo… (que es lo que nos olemos…).
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