En una entrevista en El Nuevo Día, José Ramón de la Torre, ex presidente de la UPR, habla abiertamente de las razones de su desastrosa gestión de poco más de un año. Nada de lo que ha dicho nos ha sorprendido en El Coquí Cojo, y es obvio que intenta quitarse responsabilidad de lo que hizo. Sin embargo, no cabe duda que la injerencia del gobierno en los asuntos de la UPR ha sido fortísima y devastadora desde el mismo nombramiento de don José como presidente al imponerle condiciones como el nombramiento de varias personas como condición de su elección como presidente.
Otro punto que aparece reiteradamente en la entrevista es el papel que Ygrí Rivera desempeñó (y desempeña aún) como presidenta de la Junta de Síndicos, es decir, como mercenaria del “régimen”, o sea, del gobierno. Tampoco esto nos ha sorprendido porque era obvio. Ygrí ha manejado los hilos durante toda su gestión.
Algo que es importante recalcar es el papel que el actual presidente interino, y casi de seguro en poco tiempo presidente fijo, Miguel Muñoz, como otro de los designados por el gobierno. Por lo que es fácil entender que la UPR seguirá en un camino falto de independencia y de visión meramente universitaria.
La entrevista también deja claro las intenciones del gobierno de covertir a la UPR en una institución científica, y dejar que los programas sociales y de humanidades sobrevivan con las migajas que queden por ahí. En otras palabras, dejar morir todo lo que tenga que ver con la salvaguardia de los valores y cultura puertorriqueños, lo que es de esperarse de un gobierno pro-americano y antipuertorriqueño (que conste, las dos cosas no están necesariamente correlacionadas, uno puede ser muy puertorriqueño, incluso defender la independencia de nuestro país, y seguir siendo un amigo de los EE.UU., e incluso defender muchos ideales de dicha nación).
Quizá lo único que frene el triste destino de la UPR sea que el PNP tenga que dejar el poder en las próximas elecciones. Sin lugar a dudas, la UPR está en malas manos, y por mucho que don José de la Torre quiera expiarse de su culpa, todos sabemos que bailó al son que le tocó el gobierno. Sin embargo, creemos positivo que ahora haya dicho su versión de los hechos porque en el fondo confirma el triste estado de la UPR en manos del gobierno.
Ahora esperamos que Fortuño, o alguno de sus secuaces de alto rango, conteste a las manifestaciones de don José. Posiblemente diga que don José está hablando como despechado, e intenta quitarse culpa de su pobre gestión como presidente de la UPR. Y pase lo que pase, el gobierno seguirá con su agenda antiuniversitaria.
1 comment:
Patético. Eso pienso yo del desahogo del ex-presidente.
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