El alcalde de San Juan, Jorge Santini, ha decretado una moratoria de un año que prohíbe la expedición de nuevos permisos de ventas de bebidas alcohólicas. El alcalde justifica la medida como resultado de las quejas de los ciudadanos del Viejo San Juan que se oponen a la proliferación de negocios cuyo mayor ingreso depende de la venta de las bebidas alcohólicas por los problemas que según ellos acarrea. Si nos acordamos que hace poco el alcalde limitó el horario de las fiestas de San Sebastián respondiendo a las peticiones de los residentes de San Juan, noticia que comentamos en su día en El Coquí Cojo, podemos concluir que Santini hará lo que sea necesario para no perder un solo voto.
Una cosa es que el alcalde responda a las necesidades de sus ciudadanos, y otra cosa es que la alcaldía esté prácticamente secuestrada por los residentes que supuestamente representa.
Si de paz se trata el deseo de los residentes del Viejo San Juan, proponemos que se prohíban los cruceros de turistas, no por los turistas, sino por las oportunidades que dichos turistas representan para la proliferación de robos y atracos, por ejemplo. También proponemos que para fomentar un ámbito de paz y tranquilidad, se cierre el paso a todo vehículo en toda la isleta, es decir, se corte el paso desde los puentes que conectan al Condado y a Miramar.
La mejor medida sería reconvertir el Capitolio en un centro comunitario y que el gobierno entero se mude a otro lugar. Esto evitaría los problemas que tienen lugar cada vez que una organización o partido político decide hacer una manifestación frente al Capitolio. Y quien dice el Capitolio, también incluye todas las agencias gubernamentales, desde el Departamento de Estado hasta Hacienda. Que se trasladen todas las agencias a Santurce o Hato Rey, o quizá Cataño.
Aconsejamos que muchos edificios se echen abajo y se recupere la zona para propósitos agrícolas, con la obvia prohibición de tractores a favor de la histórica costumbre de las carretas de bueyes, de los arados tirados por bueyes, de los carruajes de caballos… Y para fomentar una imagen bucólica que provea de paz a los ciudadanos se llevarán un par de cientos de vacas que pasten por doquier. Tampoco nos oponemos al cultivo de la caña de azúcar en los terrenos hoy ocupados por La Perla, y el retorno a la esclavitud. No olvidemos que la mayoría de los residentes de San Juan son blanquitos, por lo que no descartemos que estarían a favor de dar paseos a caballo con machetes, látigos y revólveres al cinto mientras vigilan a los esclavos negros durante sus tareas agrícolas. (Claro está, el ron de caña de azúcar tendría que elaborarse lejos de allí debido a la moratoria).
Se prohibirá el uso de vestimenta moderna a favor de las modas típicas del campo de la década de los 40. Por ejemplo, se obligará el uso de pavas en lugar a las gafas de sol. El puerto quedará cerrado a todo barco de motor, sólo se permitirá la entrada a puerto de veleros, sin importar el tamaño. Además, se rescindirá el pago de tasas de atraque a todo navío que lleve la bandera de la calavera y las tibias de los piratas, y cuyos tripulantes vayan vestidos a dicha usanza (se premiará con piñas coladas, sin alcohol por supuesto, a aquellos que más se parezcan a Johnny Depp en Pirates of the Caribbean). Los piratas no podrán beber alcohol debido a la moratoria.
Con estas medidas, no dudamos que los residentes de San Juan alcanzarán la tranquilidad que tanto ansían.
1 comment:
Ahora se quiere lavar las manos con eso de las licencias para el licor, pero porque no hece nada por mantener al equipo de los Cangrejeros del baseball en la capital y dejar de hacer negocios con dominicanos,eso dice mucho de el,podria estar en negocios turbios como el narcotrafico con la Republica Dominicana y mas como lo han señalado con lo de las drogas al alcalde de San Juan y mas por hacer espectaculos con el regueton que han estado en lavado de dinero del narcotrafico, perdonen pero tiene cola el alcalde de San Juan.
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