Esperamos que la rectora Ana Guadalupe no implemente el día libre que el gobernador Luis Fortuño acaba de imponer a los empleados públicos el próximo 26 de noviembre (con cargo a licencia de vacaciones) para evitar que se retrase el calendario académico, como ella planteó como razón para negarle el receso a los estudiantes para celebrar su asamblea.
Ella estaría en todo su derecho de rescindir la orden del gobernador bajo el estado de autonomía universitaria.
Ella estaría en todo su derecho de rescindir la orden del gobernador bajo el estado de autonomía universitaria.
Está claro que si Ana Guadalupe acepta el cierre académico de la institución debido a que el gobernador lo diga, estará aceptando que tiene dos varas de medir en cuanto a lo que se relaciona con sus preocupaciones de que cualquier retraso académico pueda tener consecuencias graves para la UPR.
¡El Coquí Cojo no duda que Ana Guadalupe le diga NO al gobernador por el bien de la UPR!
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