Si es cierto eso de que la verdad te hará libre, los Estados Unidos están a punto de gozar en pleno la libertad gracias a los archivos secretos que están siendo diseminados por Wikileaks. Hace unas semanas ya habían destapado casi medio millón de documentos secretos y ahora lo han hecho con un cuarto de millón más. Se espera que sigan haciéndolo por varias semanas, ya que como ellos mismos han revelado, se trata de millones de documentos en total.
Obviamente el gobierno estadounidense está furioso con todo esto. Nunca hubieran anticipado que sacarían sus trapos sucios al sol. El argumento que usan para increpar la opinión pública contra Wikileaks es que con la fuga de documentos se está poniendo en peligro la vida de los espías y colaboradores de EE.UU. y de las tropas.
Las consecuencias no son fáciles de vislumbrar. El mundo entero se está enterando de cómo funciona la diplomacia americana, y lo que piensan de los líderes mundiales. Muchos dicen que nada de lo que se está aireando es sorprendente ya que la mayoría ya sabía que la suciedad es el principio básico del poderío militar y diplomático en nuestro mundo.
Sin embargo, la imagen democrática y justa de los EE.UU. que todavía muchos ingenuos conservaban, se está cayendo en pedazos. Muchos de nuestros compatriotas han peleado y pelean en las filas del ejército americano, y la mayoría ve con beneplácito la anexión de nuestro país a la nación americana. No es sorpresa alguna pensar que si tuviéramos que elegir entre la independencia y la estadidad, la mayoría de los puertorriqueños, incluyendo a los populares, votarían por la estadidad.
La fuga de documentos secretos nos da qué pensar. A partir de la evidencia, ¿será conveniente seguir nuestra realidad política con los Estados Unidos? En otras palabras, si te enteraras que tus padres, o que tu cónyuge, se dedica a labores no muy limpias que digamos, ¿seguirías viviendo con ellos? ¿O te irías de casa? ¿Te divorciarías?
Muchos responderían que preferirían darles una segunda oportunidad, a ver qué sucedería. Pero en este caso, el pensar que los Estados Unidos cambien la estrategia de mantener el control internacional es un poco ingenuo, ¿no crees?
Bueno, veremos a ver cómo sigue el asunto. Ojalá entre los documentos encontrásemos algunos relacionados con nosotros. ¿Qué pensarán los políticos y militares, y la CIA, por ejemplo, de nosotros?
¿Alguien quiere adivinarlo? ¿Pensarán que Puerto Rico es una ventaja para EE.UU? ¿Pensarán que los puertorriqueños somos americanos? ¿Opinarán que Puerto Rico es algo bueno para ellos? ¿Qué pensarán de nuestro gobernador? ¿Y de nuestros políticos en general? ¿Querrán que Puerto Rico sea un estado más de la unión americana?
En fin, esperamos que cada uno de ustedes intente responder a estas preguntas y a otras que consideren importantes.
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