El daño que Ygrí Rivera ha hecho a Puerto Rico ha sido incalculable

Ygrí Rivera dijo ante la prensa que en pocos meses dejará el cargo de presidenta de la Junta de Síndicos de la UPR y que su legado será haber dejado “una universidad estable”. El detalle que se le olvidó decir fue que dicha estabilidad se debió a una política de represión e injusticia, a una política de sordera y confrontación ante la opinión de estudiantes y profesores, a una política de brazo ejecutor de un régimen de derechas.

También se enorgullece de que durante su presidencia no se despidieron empleados. Curiosamente ése fue uno de los problemas, que por evitar reestructurar la burocracia ineficiente universitaria, los que salieron perdiendo fueron los estudiantes y los profesores. De casi 70,000 estudiantes se ha pasado a apenas 50,000. Claro está, Rivera no cuenta dicha masacre como despidos ya que los estudiantes no eran ni son empleados. Tampoco cuenta como despidos los cientos de profesores de contratos de servicio de tiempo completo que no fueron recontratados (o que fueron recontratados con contratos a tiempo parcial con 3 clases semestrales como máximo a unos $2,200 por clase por semestre, sin seguro médico además, es decir, cientos de buenos profesores pasaron de sueldos anuales de unos $50,000 con seguro médico a apenas $12,500 y sin seguro).

A pesar de la masacre de un 30% de los estudiantes, el número de administradores y burócratas continúa siendo el mismo (¡por lo que ahora son aún más ineficientes!).

También hay que tener en cuenta que durante estos meses de “paz”, producida por el régimen dictatorial de esta señora, se han ido aprobando reglas y leyes universitarias para restringir aún más la libertad estudiantil.

En la entrevista, Rivera también dice que algunos la recordarán con cariño y otros no, refiriéndose entre estos últimos a los que no estuvieron de acuerdo con su gestión. La frase es muy sencilla de analizar: el gobierno y la administración universitaria la recordará con cariño, con el cariño con el que se recuerda a los esbirros fieles de un régimen, y los que la recordarán con desdén serán los universitarios y los profesores. Obviamente, si tenemos en cuenta de que la institución por la que laboraba era la única universidad pública de nuestro país, no se puede concluir otra cosa que su gestión ha defendido a los que hundieron a la universidad, ¡menuda gestión!

En fin, entre otros personajes de renombre que han dicho al dejar el cargo que han dejado la institución “estable” cabe mencionar a los siguientes: Augusto Pinochet, Francisco Franco, Hernán Cortés, Fidel Castro, Stalin, etc. Hoy en día, incluso las tropas sirias dicen lo mismo cada vez que “pacifican” a los movimientos de protesta populares a fuerza de balas. No nos confundamos, Rivera ha sido y es la persona que no tiene conciencia alguna y sigue al pie de la letra (e incluso sobrepasa) las órdenes del poder. Si esta señora estuviese en la nómina del presidente sirio, no tendría el menor problema de despachar a las tropas a disparar contra la multitud ciudadana.

La realidad es que la gestión de Rivera ha dejado una universidad MORIBUNDA, con 20,000 estudiantes muertos académicamente (expulsados), y ha dejado las bases bien sentadas para imposibilitar la recuperación institucional. Bajo la gestión de esta señora, la UPR ha pasado a ser una institución al servicio de los jóvenes de las clases adineradas que tienen el privilegio de ir a colegios privados, imposibilitando el ingreso de la gran mayoría de estudiantes de escuelas públicas, lo que ya ha empezado a contribuir en las tasas de criminalidad y exilio económico a EE.UU.

Señora Rivera, el daño que usted ha hecho a Puerto Rico ha sido incalculable. No se crea que no lo sabemos.