Si bien es cierto que ya no queda mucho de los más de 1,000 millones de dólares que el Fideicomiso tenía que invertir en proyectos que beneficiaran a las "comunidades especiales", no es cierto que no se hayan entregado a una serie de "comunidades especiales". Lamentablemente el meollo del asunto es que las "comunidades especiales" que recibieron el dinero no eran las "comunidades especiales" que estaban pensadas en los planes originales. Entre las comunidades especiales que sí recibieron millones y millones están las siguientes:
- Comunidad especial formada por administradores del gobierno de tercera y cuarta líneas, que se dedicaron incansablemente a robarse todo lo que pudieron de los fondos.
- Comunidad especial formada por los burócratas de segunda, que por estar más cerca de la fuente de los dineros, fueron más eficientes en repartirse lo que a muchos se les había olvidado.
- Comunidad especial de los líderes de los proyectos: los fondos que recibieron fueron a consecuencia de su intensísima labor de buscar contratistas que vieron con buenos ojos que cada ladrillo valiera $35.
- Comunidad especial formada por los máximes administradores del fondo, quienes trabajaron sin descanso para fabricar proyectos que nunca tuvieron lugar.
Tampoco es cierto que los fondos no fueran gastados en nuevas construcciones y ampliaciones de estructuras, lo que sucedió fue que dichas construcciones y estructuras resultaron ser las propiedades pertenecientes a los integrantes de las "comunidades especiales" nombradas anteriormente. Pura casualidad...
En resumidas cuentas, el Fideicomiso cumplió con las expectativas de las "comunidades especiales"...
En resumidas cuentas, el Fideicomiso cumplió con las expectativas de las "comunidades especiales"...
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