El alcalde – payaso de Guaynabo, Héctor ONeill, se retractó de las palabras que dijo el otro día cuando aseguró que él era quien decidía quién mandaba en el PNP. Para retractarse, optó por la explicación de tono BIPOLAR de que él no mandaba ni en su casa… apelando al humor machista que impera en nuestra amada y descoyuntada sociedad.
El Coquí Cojo invita a don Héctor a que evalúe el daño público que causa en su doble faceta de alcalde y payaso y que deje el cargo y se dedique a cosas que sean más aptas para sus capacidades intelectuales, como por ejemplo, el levantamiento de carpas en las fiestas patronales municipales y la fabricación de calzado del número 30 en adelante… que la vida de los payasos es mucho más colorida (sobre todo en inglés).
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