Apoyo sospechoso de la Hermandad a los estudiantes

Que nadie se confunda ante el reciente apoyo que la Hermandad de empleados exentos no docentes está dando al movimiento estudiantil. Después de no hacer prácticamente nada durante meses, el apoyo es bastante sospechoso, ¿no crees, querido lector? Algo estará pasando, alguien les estará apretando las tuercas…

El Coquí Cojo se enteró que los empleados no docentes recibieron cartas de la administración universitaria preguntándoles si estarían conformes con ser reubicados. Téngase en cuenta que son empleados del gobierno, por lo que podrían acabar siendo reubicados a la isla de Mona para deshojar cocoteros…

Esto es lo que les ha picado, y a saber lo que estará a punto por llegar a sus vidas… Como lo habíamos dicho, después del genocidio de estudiantes, la administración apuntaría sus cañones a los demás, primero a los profesores (¡que ya se van dando cuenta al fin!) con el próximo cierre de programas académicos y departamentos… y los empleados exentos no docentes de Río Piedras.

Sea la verdad dicha, todo el que se dé un paseo por Río Piedras se encontrará a decenas de empleados sin hacer absolutamente nada. Sin duda, si hay un sitio donde se pueda respirar el paternalismo gubernamental de empleos innecesarios es el recinto de Río Piedras. La Hermandad dice que el fenómeno se debe a la mala gerencia que no les da tareas a los empleados. Y en parte tiene razón ya que no cabe duda de que el recinto se está cayendo en pedazos por la falta de mantenimiento y necesita mucho trabajo. Así que no sabemos del todo quién tiene la razón. Tampoco sabemos si existen los fondos para llevar a cabo las mejoras (materiales, herramientas, etc.) o si la administración prefiere llevarse el dinero de esos fondos para su cositas o realmente quisiera utilizarlo para lo que debe utilizarse. Así que entre pitos y flautas nada se arregla.

Lo que sí es cierto es que al parecer la administración ya está pensando en deshacerse de cientos de empleados y devolvérselos al gobierno para que haga con ellos lo que quiera.

A los empleados esto no les sienta nada bien ya que la calidad de vida que gozan en la UPR no la van a encontrar en ningún otro sitio.

El problema de fondo de los diferentes sectores universitarios (estudiantes, profesores y empleados exentos no docentes) es que éstos dos últimos han sido unos cobardes y han preferido ver cómo los estudiantes recibían patadas sin hacer nada por ellos. Y ahora que son los siguientes blancos de los cañones administrativos, comienzan a apoyar a los estudiantes. Y éstos, nobles o tontos según quien opine, no dudan en unirse a su causa defendiendo a los programas académicos y las huelgas de los empleados (siempre lo han hecho).