Según Casa Pueblo, Vía Verde de verde no tiene nada a no ser que se refieran al dinero que están botando en contratos fatulos. Casa Pueblo denunció ayer, con pruebas fehacientes, el derroche y los contratos fatulos que se han hecho hasta la fecha.
Algo curioso es que muchos contratos fueron firmados meses antes de que el gobierno declarara el “estado de emergencia energética” que ya aparecía como razón principal en los contratos. En otras palabras, se trata de una “emergencia planificada”.
Los acólitos al gobierno dicen que “luego se quejan cuando el gobierno no es previsor, el gasoducto es un ejemplo de planificación a seguir, una emergencia que se veía venir desde hace años…”.
Casa Pueblo espera que el gobierno siga tan previsor y se prepare ya para atender a los miles de heridos y planifique un par de cementerios nuevos para los muertos de la explosión del gasoducto en Cataño y Bayamón por falta de mantenimiento.
El gasoducto, conocido en este blog como Vía Muerte, podría cambiar de nuevo el nombre, entre los detractores, a Vía Corrupta. Suena muy latín, muy de acorde con los acueductos romanos, que siguen en pie después de dos milenios como si fuera ayer…
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