En la noticia anterior se nos olvidó un detalle: el número de solicitudes a la UPR ha dado un bajón alarmante. Obviamente el bajón es mucho mayor entre estudiantes de escuelas públicas que de privadas. Aunque la administración universitaria achaca el fenómeno a los estudiantes “huelguistas y revoltosos”, la razón principal es la económica, es decir, a los aumentos en los costos de educación.
Como los aumentos en los costos no perjudican de la misma manera a los estudiantes que asisten a colegios privados dada la mejor situación económica de sus familias, no nos cabe duda de que el desbalance entre estudiantes universitarios procedentes de escuelas públicas y privadas que explicamos en la noticia anterior, seguirá creciendo. No nos sorprendería que en unos 3 ó 4 años, 3 de cada 4 estudiantes en el sistema UPR proceda de colegios privados. Y cuanto mayor sea la desproporción, más familias pudientes verán a la UPR como una buena alternativa, y mayor será el número de solicitudes de estudiantes procedentes de colegios privados.
La nueva realidad será fuertemente apoyada por la administración universitaria que verá una caída substancial en las protestas y problemas de origen estudiantil, ya que la población estudiantil se compondrá de estudiantes que ven grandes ahorros de todas maneras y usarán a la UPR como trampolín a estudios posteriores, graduados, en los EE.UU. Una UPR sin probabilidades de conflictos estudiantiles sería un gran negocio para la clase media-alta, e incluso alta, del país. Y eso es al fin y al cabo lo que el gobierno busca. Por eso los populares no han apoyado mucho a los estudiantes, ya que la mayoría procede de las mismas clases sociales que los PNP. Dudamos que en caso de ganar las próximas elecciones, reviertan el rumbo desolador de la UPR.
Los beneficios serán muchos para la administración universitaria: menos conflictos, estudiantes con mejores promedios de entrada, un sistema universitario público alimentado por familias pudientes que de hecho “privatizarían” de facto la universidad ya que nunca pondrían en duda a la administración, e incluso, con un sistema más pequeño, sin oposición política de consideración y fácil de manejar, los problemas de certificación de la Middle States pasarán al recuerdo.
Los beneficios serán muchos para la administración universitaria: menos conflictos, estudiantes con mejores promedios de entrada, un sistema universitario público alimentado por familias pudientes que de hecho “privatizarían” de facto la universidad ya que nunca pondrían en duda a la administración, e incluso, con un sistema más pequeño, sin oposición política de consideración y fácil de manejar, los problemas de certificación de la Middle States pasarán al recuerdo.
Terminaremos con un sistema universitario de unos 30,000 a 35,000 estudiantes, o lo que dicte la demanda de las clases pudientes, con una pequeña contribución de tipo cuasi-caritativo de unos 5,000 estudiantes de familias de bajos recursos. Y claro, una UPR concentrada en Río Piedras, Centro Médico y Mayagüez que son las que ofrecen las carreras que le interesan a las clases pudientes, es decir, leyes, medicina e ingeniería. Y los otros recintos se pueden ir despidiendo poco a poco de la existencia… o quizá pasen vacíos a las manos de las universidades privadas.
Y que los pobres emigren a EE.UU. y problema resuelto…
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