Seguimos en huelga

Interesante movida por la cúpula estudiantil: ya la cuota no tiene que ser la única razón de seguir en huelga… si le sobra algo a la administración son los trapos sucios… especialmente el comportamiento de la policía, que al fin y al cabo es uno de los brazos ejecutores de la gerencia universitaria. Es algo así que si tú contratas a un guardia de seguridad en tu tienda, y éste termina manoseando a una cliente contra su voluntad… el responsable eres tú, ¿no? (también el guardia de seguridad, por supuesto).

Estamos en desacuerdo con aquellos que se quejan de que el video del policía manoseándole la teta izquierda a la estudiante en la furgoneta se ha repetido demasiadas veces, como diciendo que la gravedad del incidente se mantiene por la repetición de las imágenes. Les recordamos que el que comenzó la moda de repetir un video hasta la saciedad fue su querido gobernador, Luis Fortuño, con el incidente de la van. ¿Se acuerdan? Lo gracioso fue cómo el video dejó de emitirse “milagrosamente” en cuanto salieron las imágenes de los policías empujando y agrediendo a los estudiantes…

Por tanto, lo único que podría detener la repetición continua del video del policía Ortiz aprovechándose de la estudiante, es que un estudiante haga lo mismo, o algo de cariz sexual incluso más grave, con Ygrí Rivera o Ana Guadalupe, lo cual dudamos enormemente… no creemos a nadie capaz, bajo circunstancias en las que las facultades no hayan sido aminoradas por substancias alucinógenas, vaya a hacerlo. Ni siquiera policías encapuchados haciéndose pasar por estudiantes… Por corrupto que sea el policía, o por beneficios de subir en rango, no creemos que nadie se preste a ello.

Según rumores maliciosos, Ygrí Rivera está removiendo cielo y tierra por conocer en persona al policía Ortiz… y satisfacer la fantasía de ser alumna protestona en sus brazos…

Volviendo al tema, si la huelga se mantiene mientras tengamos crímenes cometidos por la administración universitaria, tenemos huelga hasta el siglo 30, o hasta que la UPR desaparezca (que tampoco nos sorprendería al paso que llevamos).