Ayer se anunció la reapertura, o regreso a funcionamiento, de la Editorial de la UPR. El nuevo director, Héctor Ríos, recalcó que la editorial debe ser económicamente rentable, lo que no ha sido desde hace años. Cuando se determinó el cierre de la editorial, el déficit presupuestario era superior a los 5 millones.
No sabemos los planes de la nueva directiva para llegar a la rentabilidad económica, pero esperemos que tengan en cuenta que no se puede esperar grandes ganancias en libros de temas académicos de la inmensa mayoría de los profesores. Por ejemplo, no se puede esperar que se vendan muchos ejemplares de un tomo de 800 páginas sobre los comerciantes del S. XIX en San Juan, por decir un ejemplo. No por ello estamos diciendo que dichos trabajos de investigación no se deban publicar, ni mucho menos, sino justo lo contrario: que la editorial de un centro universitario no debe tener grandes expectativas de ganancia económica, es la naturaleza de la bestia. Tan simple como eso. Claro está, hay excepciones que confirman la regla: las editoriales de Harvard, Princeton, Cambridge, Oxford, etc… que deben su rentabilidad al prestigio mundial que gozan.
Tampoco nos malinterpretes con lo que acabamos de decir, no estamos diciendo que no haya intelectuales en la UPR que podrían estar enseñando en esas instituciones. De hecho, tenemos profesores puertorriqueños en todas ellas. Lo que estamos diciendo es que a la hora de mirar los ofrecimientos publicados, un profesor chino, o alemán, suelen revisar los catálogos de dichas universidades y no el de la nuestra.
La idea que aparece en la noticia de incluir el catálogo de libros de la UPR en Amazon nos parece muy buena. También deberían utilizar los medios de otras cadenas de librerías como La Casa del Libro, Barnes&Noble, Borders, Brentano´s, etc., etc.
Otro medio de ganar dinero “dignamente” es a través del mercado de los libros de textos. El problema en este segmento del mercado es que la competencia es durísima entre las editoriales que se dedican a esto: Prentice Hall, Allyn & Bacon, John Wiley & Sons, etc., etc. El mercado interno en PR podría ser la primera fase de la editorial al respecto, ya que existe el espacio de nuestra historia y problemas sociales que no es rentable para las multinacionales. En lo que respecta a los libros de ciencias y técnicos, la cosa es bastante impráctica incluso para el mercado nacional.
En lo que respecta a Latinoamérica, las editoriales mexicanas y argentinas, e incluso peruanas, son muy fuertes. El mercado de exportación está saturado de competidores.
El negocio de las editoriales no se presta para las grandes ganancias, excepto contadas excepciones. Todas las editoriales puertorriqueñas están pasando momentos difíciles, y sólo subsisten por la dedicación de sus propietarios.
El otro problema que tiene toda editorial universitaria es que según los entendidos debe tener como norte el preservar, y a ser posible, aumentar el prestigio de la institución educativa. Y dicho objetivo se opone a segmentos que son muy rentables como la crítica social chabacana, las biografías escandalosas, los calendarios de chicas desnudas…
No sabemos si entre los planes de la nueva directiva esté la publicación de calendarios de chicas manoseadas por los policías, o estudiantes torturados con técnicas de sumisión policial, o escenas de las persecuciones de la Fuerza de Choque en los recintos… pero esperemos que no.
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