Si el titingó que se ha formado con el término “fresita” es un anticipo de lo que vendrá en la campaña electoral que se avecina, ya podemos imaginarnos el “alto nivel” que veremos en el debate público. El que Fortuño respondiera con el término “cobarde” al término “fresita” nos indica que el mismo Fortuño sabe que está perdido. Sólo responde así, escalando los insultos desproporcionadamente, aquél que entiende que en la palestra de los argumentos planteados y debatidos con cordura no tiene nada que hacer. La defensa de su administración es prácticamente imposible si se enfrenta a cualquier individuo con facilidad de palabra y con un buen coeficiente de inteligencia. Fortuño y todo su equipo lo sabe. Por lo tanto, dirigir el debate a un escenario de insultos y descalificaciones le conviene a Fortuño.
Prevemos que Fortuño va a recurrir al machismo de nuestra sociedad. Además le beneficia para cambiar su imagen de justo lo contrario, de político figura que en realidad está bajo el poder de otros miembros de su administración, especialmente Rivera Shatz.
Fortuño pretende demostrar que es más macho que García Padilla. Y a la vez quitarse la imagen de poca cosa que mucha gente le atribuye. La cuestión para los populares es si García Padilla podrá combatir en la palestra de la chabacanería. La táctica de evadir el bombardeo de insultos que comienzan a caerle encima no será muy fácil de llevar a cabo, y de todas maneras, le espetará la imagen de cobarde, lo que es aún peor.
El término “cobarde” fue muy bien elegido por Fortuño y secuaces. Es un descalificativo que no baja a un nivel chabacano, se podría decir que se ubica dentro de los insultos que una persona “fresita” podría utilizar ya que es una palabra muy castellana.
La estrategia de no responder con insultos es útil para un político de un país de alta cultura ya que aísla aún más al candidato que los utiliza… pero en PR es otra cosa. Si no respondes con insultos, te considerarán un afeminado, por decir algo que siga dentro del mundo “fresita”.
El verdadero problema es que la estrategia de no responder de la misma manera es necesaria si el que responde sabe que el otro puede seguir bajando en la escala de la cordura mucho más que él. Y creemos que Fortuño, como loba que se está sintiendo acorralada, será capaz de bajar al inframundo si lo requieren las circunstancias. Sí, ahí donde el ven, el mojigato bajará al nivel que sea necesario para evitar el debate real de sus errores gerenciales.
La estrategia del compromiso para los populares será, de elegir a García Padilla como su candidato a la gubernatura, rodearle de mastines que breguen en el terreno de la chabacanería, mientras se permite que García Padilla mantenga su imagen de político limpio. Si lo logran, ganan las elecciones.
Que no se descuiden, el PNP es una jauría de mastines… y a la mentalidad reptil de mucha gente le gusta.
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