Foro sobre nuestro estatus en Washington

Hoy se inicia en el Congreso de Washington, el Foro sobre el Estatus de nuestra isla. Ahí están nuestros políticos debatiendo el tema del que se podría hacer la película secuela de La Historia Interminable. El estatus de nuestro país se encuentra en un callejón sin SALIDAS, ya que no hay salida ni al fondo de la calle, ni al principio, como si al entrar en la calle alguien hubiese tapiado por donde entramos sin que nos diéramos cuenta.

El problema del estatus es tan poco interesante ya, que no tenemos ni idea del porqué se sigue discutiendo. Quizá sea porque los participantes tengan metas que alcanzar y eso de discutir el estatus representa un paso para llegar a ellas. Es decir, si un político se quiere hacer el inteligente, participará del debate. Si un político se quiere hacer popular entre algún sector determinado de la población, participará del debate. Pero lo que es llegar a algún sitio permanente debatiendo el estatus es simplemente una quimera.

Las consecuencias de seguir hablando del estatus son en parte muy negativas, ya que permite que nuestros políticos se enreden en este tema y no le den prioridad a resolver los verdaderos problemas del país. Irónicamente, muchos políticos aducen a que no hayamos resuelto el asunto del estatus la causa de que no podamos resolver los otros problemas. No cabe duda que en parte tienen razón, en verdad hay mucha gente que piensa así, y no les refutamos parte de la verdad, lo que pasa es que al ser incapaces de cambiar el estatus, lo que realmente conseguimos es perpetuar todos nuestros problemas.

No es una sorpresa que el tema del estatus no se preste a que hagamos apuestas, ya que todos sabemos que seguiremos en el ELA per sécula seculorum. Nadie quiere decir: te apuesto que seremos estado para el año 3,000 de la era cristiana, o te apuesto que seremos independientes una semana antes del cataclismo universal. La verdad que no apetece apostar así...
Para entender un poco más lo tonto que es hablar del estatus, veamos un poco de nuestra historia:

1493 - 1898 : Colonia española. PR no consigue la independencia por la estúpida premisa de nuestros políticos de ese entonces en que llegaríamos a ser parte integral de España. A España nunca le interesó hacer a PR parte integral de su nación.

1898 - presente: Colonia de EEUU. PR no consigue la independencia por la estúpida premisa de un fortísimo sector político de que llegaremos a ser parte integral de EEUU. A EEUU nunca le ha interesado, ni le interesa, ni le interesará que PR sea parte integral de su nación.

Presente: El ELA es la ficha de tranque mejor diseñada en la historia para que un pueblo no avance, ni siquiera retroceda. El ELA es el perfecto LIMBO político. Para salir del ELA se exige que un alto porcentaje de puertorriqueños vote a favor de la estadidad o de la independencia, lo que es y seguirá siendo un imposible. La independencia es un imposible porque 1.- somos tontos, 2.- somos miedosos, 3.- nos pagan para ello; y la estadidad es un imposible porque: 1.- no somos americanos, 2.- somos puertorriqueños, 3.- no le vemos venatajas suficientes, 4.- no queremos pagar más impuestos, 5.- los americanos no nos quieren, 6.- los americanos ni siquiera saben que existimos.

España al menos no tenía reparos diciéndonos NO LES QUEREMOS, mientras que lo americanos, como buenos anglosajones que son, no son tan prosaicos como los españoles y nos dicen BUENO... SI UN 80% de ustedes quieren ser uno de nuestros estados... respetaríamos su voluntad (lo dicen porque saben que nunca llegaremos ahí, si llegáramos no nos extrañaríamos si nos dijeran... BUENO, la verdad es que NO les queremos, lo que pasa que nos daba vergüenza decirlo...).

Creemos que PR debe pedirle a la UNESCO que proclame el Debate del Estatus de PR como Patrimonio de la Humanidad ya que se ha convertido ya en algo histórico como tantas otras manifestaciones culturales. Seguimos hablando del estatus aunque sabemos que no llegaremos a nada, simplemente se ha convertido en una tradición de nuestro pueblo, como la plena o la bomba.

Queremos que alguien presente un proyecto de ley proclamando una semana del año como Fiesta del Estatus, en la que se celebren charlas y presentaciones en todas nuestras plazas y lugares públicos sobre el tema, siempre con la condición de que no haremos nada al respecto, que lo aceptamos.