Parece ser que la estrategia es anunciar cada dos días que la criminalidad del país ha bajado. Es la estrategia de la gota de agua que de tanto caer en la piedra, termina rompiéndola. Este señor se podrá valer de estadísticas para sus argumentos, pero nadie puede creer que las estadísticas que usa sean ciertas. Han sido muchos años demostrándose que la policía adultera las cifras como puede, pasando delitos tipo 1 a que sean tipo 2 para que de repente vayamos a creer al recién nombrado todavía superintendente.
Don Díaz Colón nos asegura que él ha dado instrucciones para que no se manipulen las estadísticas y nos dice que está convencido que los números de la policía son ciertos. También nos dice que el problema es que nos fijamos demasiado en el número de asesinatos... y que no deberíamos porque la mayoría de los que mueren son escoria humana dedicada al tráfico de drogas. ¡Menuda visión de lo que es la vida humana que tiene este señor! Parafraseando sus palabras, nos dice algo así como que los jóvenes boricuas que se dedican a las drogas no importan un carajo... Con razón no se resuelve el problema, no en vano la policía tiene esta actitud, empezando por el superintendente. De seguir así, no nos extrañaría que don Díaz le envíe dentro de unos días una tarjeta de felicitaciones a los sicarios que asesinan a los que se dedican a las drogas, agradeciéndoles por quitarles el trabajo de encima a la policía...
Realmente no vemos ninguna señal de que la policía comience a cambiar sus prácticas, ni deseo para ello. Ya lo decíamos hace unas semanas, la estrategia de don Díaz Colón es defender a la uniformada a capa y espada, hacerse popular entre la tropa y que se atreva alguien a quitarle del cargo luego.
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