Nos hemos enterado del tinglado que existe sobre el sueldo de Miguel Cordero, director de la AEE. Tras los $140,000 de sueldo oficial se desparrama otra cantidad aún mayor que estaba bien oculta en los oscuros fondos de la burocracia gubernamental. Su sueldo real (lo que sabemos hasta ahora!) es superior a los $300,000 contando con sumas por todo tipo de explicaciones fatulas. Con razón este hombre defiende de la manera que defiende al gasoducto Vía Verde. Don Miguel es un hombre COMPRADO, se ha vendido por unos $300,000 (más la compensación millonaria que no dudamos le habrán asegurado si el gasoducto sale adelante). Éste ha sido el precio que el PNP ha pagado por la voluntad de este señor. Nos preguntamos cuánto en verdad habrán costado los demás directores de agencias y secretarios del gobierno.
No dudamos que el desvelar esta información habrá sido un duro golpe a los demás directores y secretarios, que estarán pensando que se dejaron comprar por mucho menos... Quizá haya un par que considerándose amigos de don Cordero le habrán telefoneado para saber cómo consiguió tanto y cómo podrían ellos mismos renegociar sus cifras de esbirrismo al PNP. Quizá cuando se retire, don Cordero podrá hacerse "agente negociador" de futuras sanguijuelas partidistas.
No nos cabe duda que algunos estarán muy enfadados con Fortuño por no haberles ofrecido cifras similares a Don Cordero. Quizá Fortuño les haya respondido que don Cordero tenía ventaja sobre ellos por el asunto del gasoducto: "Es que necesitamos a Cordero para llenarnos el bolsillo con lo del gasoducto...". ¿Cuánto será lo que se llevará don Miguel si se construye el gasoducto? ¿No habrá que sumar esto a su compensación salarial?
Lo que es francamente monstruoso es que aún sabiendo todos estos chanchullos, el gobierno no hará nada para corregir la situación, ni siquiera el partido de la oposición, que ya saborea el triunfo de las próximas elecciones y sabe que serán ellos los que comiencen a chupar de los fondos públicos en poco más de un año. Tan seguro está de sí mismo, de que nadie se atreverá a tocarle, que don Miguel no duda en decir que él se merece ese salario y que se aguanten los que piensan lo contrario. Esta actitud de don Cordero es muy comprensible ya que tiene en sus manos el veto del gasoducto. Sólo tendría que decir públicamente que el proyecto es un fiasco, que no sirve de nada, que no representará baja alguna en la factura de la luz (sean estas declaraciones verdad o no, eso ya no importaría, don Miguel tiene en sus manos el futuro del gasoducto, es un esbirro no por lealtad al partido sino por conveniencia, no es tonto este hombre, le han dado la llave del cofre del tesoro y ahora dice que como le quiten el puesto enterrará el cofre en paradero desconocido o tirará la llave al mar...). Así que Don Cordero sabe muy bien que es intocable, por ahora...
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