Desde hace tiempo que sospechamos que el Departamento de Educación es una madriguera de piratas. Eso de que en la mayoría de las escuelas no haya papel para limpiarse el culo mientras se reciben unos 1,500 millones de dólares de fondos federales no cuadraba demasiado...
Teniendo en cuenta el nivel con el que salen los graduados de escuela superior, se puede estimar que un 92.3% de los fondos federales se desvía para las aspiraciones personales de los que pueden meter sus manos en la alcancía del Departamento de Educación.
Hoy el Secretario de Educación invitó a sus empleados a que no se queden callados y denuncien si saben de prácticas ilegales dentro de la agencia. Pues bien, un empleado cuyo escritorio se encuentra junto a un closet de materiales de limpieza, imprimió la lista de empleados, tachó su nombre, y se la envió al Secretario con una nota que decía lo siguiente:
Estimado Secretario de Educación:
Sus palabras de hoy pidiéndonos que denunciemos a los que sabemos a ciencia cierta que son corruptos y fraudulentos me han inspirado enormemente, por lo que he tenido a bien enviarle esta lista de los que yo sé que han cometido delitos. Lamentablemente, son todos los empleados de la agencia, incluido usted mismo. Yo he tachado mi nombre porque da la casualidad que yo ya soy millonario por patrimonio familiar y nunca he robado un centavo, no me serviría de nada. Vengo a trabajar porque me gusta. Para que usted me crea, aquí le incluyo mis planillas por los últimos 23 años, que son los que llevo trabajando aquí. Espero que usted haga algo al respecto, y se ponga usted mismo las esposas y los grilletes.
Muchas gracias,
Gumersindo López Herrera
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