Todo el que vea a este hombre pensará que tendrá una capacidad enorme de escuchar, lo que irónicamente parece no ser verdad. "Ya lo decía mi mamá, las apariencias engañan", señaló uno de los autores del informe federal sobre la policía de PR. A raíz de lo que hemos visto de la gestión de don Emilio, el tamaño sobrenatural de sus orejas se debe a la usurpación de la materia gris que había entre ellas. Al parecer, el informe de centenar y medio de páginas no convence al superintendente. Nos tememos que don Emilio se trata de otro sujeto puesto en el cargo con la consigna de que lo niegue todo, que se haga el sordo, el ciego y el mudo, como los tres monos tan famosos (no es por nada, pero se parece a ellos).
Hace unos días, don Emilio proclamaba un descenso (invisible para todos) en la criminalidad gracias a su plan (que nunca supimos cuál era, e irónicamente lo que dijo al aceptar el cargo es que no haría nada diferente a su predecesor).
En fin, las sandeces de don Emilio provocarían su despido inmediato en cualquier otro país del mundo, pero en el nuestro lo anormal es lo normal, y lo totalmente idiotesco es lo vanagloriado. Nos preguntamos... ¿dónde coño vivimos? ¿En la Luna?
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