El que crea todavía que los americanos no son unos miserables, que nos explique la "dadivosa" medida que Texas acaba de aprobar: eliminar el privilegio de una cena especial a todo reo antes de ser ejecutado. Encima que te ejecutan (y muchas veces sin que las pruebas sean del todo convincentes), te quitan el privilegio de poder comer algo especial antes de que te electrocuten o te pongan una inyección letal. No cabe duda de que los millones de dólares que habrá costado que se discuta y apruebe la medida no compensan los $27,50 que cuesta el promedio de una cena decente antes de morir. Así son los americanos, queridos puertorriqueños... Si están dispuestos a ahorrarse unos cientos de dólares... ¿estarán dispuestos a darnos la estadidad? Es para pensarlo.
También hay quien defiende la medida en base a un principio de reciprocidad. Por ejemplo, en nuestro país superaremos los 1,100 asesinatos este año. Y no nos equivocamos al decir que ningún sicario ha permitido a su víctima que vaya a un buen restaurante y goce de una buena cena antes de coserlo con balas. No hay más que ver los cuerpos retorcidos en las carreteras para darse cuenta de que no tienen nada de valor en el estómago, por lo que podríamos entender que haya gente en contra del privilegio.
Por suerte, en nuestro país no creemos en la pena de muerte. Bueno, esto no es del todo cierto, no estamos a favor de la pena de muerte a los convictos de crímenes horrendos, pero lo que se dicen los millares de asesinos que campean por doquier en nuestra Preciosa Boriquén, sí que están a favor de la pena de muerte...
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