- Mamá, ¿qué debo hacer si creo que me van a asaltar?
- Bueno, hijo, depende. Si tienes tiempo para salir corriendo, corre y pide ayuda a alguien.
- Si veo a un policía, ¿le pido ayuda como nos dicen en la escuela?
- No, hijo. Corre un poco más…
- ¿Y si me siguen persiguiendo?
- Métete a un come y vete y escóndete detrás de la doña que trabaja en la cocina, ella tiene siempre un cuchillo en la mano y nadie se meterá con ella.
- ¿Y qué hago si es un policía el que me asalta?
- En ese caso, la cosa es más difícil. Ponte las manos a la cabeza para que los macanazos no te rompan el cráneo, dale la espalda para que no te dé una patada en el estómago, dale la cartera inmediatamente, no grites porque si gritas te mata, miéntele y dile que tu papá es policía, y tu mamá y tu tío… quizá así tenga un poco de consideración. Nunca le digas que tu hermano va a la UPR, ni que tu hermana es independentista. Y en todo momento mantén los ojos cerrados y dile que lo haces para no poder reconocerle después, para que así no se le pase por la cabeza pegarte un tiro. Si te acusa de ser un droguero, dile que no lo eres pero que si él quiere, sabes a quien comprarle droga por si eso es lo que busca. Si ves que se abre la bragueta, dile que tienes una enfermedad sexual que tu papá te dio, para que así no te viole. ¿Has entendido, querido hijo?
- Sí, mamá.
Y el niño de 8 años se fue a jugar con los amigos…
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