¡Cayó la bestia!

Cordero renunció.... mejor dicho, Fortuño lo echó, no hay que darle más vueltas. Fortuño sabe que camina en el borde de un precipicio y que las posibilidades de la reelección son cada día menores. La serie de escándalos de los últimos meses no le dejan respirar un momento. De repente se ha enfrentado a una epidemia de cucarachas que han salido de todos los rincones. El tema de la factura de la luz le está hundiendo sin compasión. Luego de prometer que bajaría a la mitad la factura, ha pasado justo lo contrario.

El problema que tiene Fortuño es que la mayoría de sus peces gordos están recogiendo las redes, para llevarse toda la pesca posible antes de las próximas elecciones. Sus peces gordos están obrando con la premisa de que Fortuño es ya historia, y no hay tiempo que perder. Ya lo decíamos hace unas semanas, es la temporada de repartir el dinero con bonos, subidas de salarios, etc., y pagar a los esbirros. Eso fue lo que hizo Cordero con sus 200 "trabajadores de confianza", que es lo mismo que decir "acólitos incondicionales", dispuestos a seguir sus directrices, se oponga quien se oponga. Ahora estamos en la temporada de pagar los favores políticos, y cada caballero feudal (directores de agencias, secretarios, etc.) está repartiendo las arcas de cada una de las agencias y secretarías antes de que se tenga que ir. Además, cada caballero feudal tiene esperanzas que algunos de sus seguidores incondicionales caigan de pie luego del cambio de administración y le devuelvan los favores... hoy por tí, mañana por mí...

Fortuño no ha tenido más remedio que deshacerse de Cordero. Reconocemos que creimos que no era tan fácil como parece que ha sido, suponemos que a cambio Fortuño le habrá prometido, o entregado, algo como... si soy reelegido te pondré en un cargo importante... no en la AEE, pero en algún otro sitio, no te preocupes...