El Coquí Cojo recomienda a los estudiantes que pidan públicamente a los profesores y sus organizaciones que declaren un boicot a impartir clase hasta que la cuota se rescinda o se reduzca a $200 anuales.
La petición de los estudiantes a los profesores ha de ser pública para ejercer presión al profesorado. El Coquí Cojo estima necesario el apoyo formal de los profesores a la causa estudiantil.
Una vez la petición sea hecha por el Consejo de Estudiantes, dependerá de los profesores y sus organizaciones apoyar o no a los estudiantes.
Si los profesores apoyan, la presión sobre la administración y gobierno sería extraordinaria ya que se iría abajo su plan de que el estudiantado se divida a costa de los rompehuelgas. Realmente los profesores tienen la carta final del conflicto.
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