Como decía mi abuela, “no mientas porque tarde o temprano las mentiras son descubiertas o se descubren por sí mismas”. Eso es lo que acaba de pasar con el tema del déficit de la UPR. Resulta que el culpable es el gobierno actual con el invento de la Ley 7, y no como decían: que era el presidente anterior, Antonio García Padilla (que conste, tampoco fue un buen presidente) quien había dejado un déficit superior a los 200 millones. Las mentiras han sido descubiertas por los informes que a regañadientes tuvo que entregar el mismísimo José Ramón de la Torre y las cartas de Ygrí Rivera. (Nos preocupa por qué estos informes no han salido a la luz antes).
Es curioso el caso de estos dos sujetos. Por un lado Don José se ha hinchado a repetir que él no tenía culpa ninguna de nada, que él no había roto un plato, que la culpa eran las deudas que heredó al asumir el cargo, y de ahí este hombre no ha salido… por lo menos ante las cámaras y la prensa, pero mientras tanto, entregaba informes donde dejaba muy claro que no había sido la deuda heredada el mayor problema (unos 40 millones) sino que era la Ley 7 y sus consecuencias… Vamos, que como suponía mucha gente, don José no era tan idiota como parecía y sí un sinvergüenza de mérito.
El caso de Ygrí Rivera responde a otro tipo de fraude. Es la culebra que se mueve hábilmente como le convenga. Por un lado, vende su alma (si existe) para mantener el cargo a pesar del cambio de gobierno. Así que defiende la cuota a capa y espada y se solidariza con la línea de don José y secuaces de que la culpa de todo la tenía la administración anterior (de la que ella misma formaba parte) y por otro lado, justifica su labor en dicha administración demostrando por cartas privadas al gobernador que Antonio García Padilla había contenido los gastos, e incluso había implementado medidas de recaudación de dinero para paliar la deuda, que no era ni un 10% de la que ella ha denunciado sin descanso en su nueva condición de mercenaria.
En fin, éstos son los elementos que administran nuestra universidad pública. La intención de la cuota, como El Coquí Cojo lleva diciendo desde hace meses, nunca ha sido la recaudación de dineros, ha sido la expulsión de miles de estudiantes. Y ahora, según las estadísticas demuestran, la proporción de estudiantes procedentes de las escuelas públicas y las privadas ha pasado de 60-40 a prácticamente un 50-50, y cuando comience el nuevo año académico 2011-2012, será algo así de 47-53. Y claro, todo este cambio tan rápido habrá sido gracias a la “expulsión” de casi 20,000 estudiantes en poco más de año y medio (de 68,000+ en enero de 2010 a menos de 50,000 en agosto de 2011).
Tenemos que entender que más de un 80% de los estudiantes puertorriqueños van a escuelas públicas, por lo que el porcentaje de los estudiantes que se gradúan en escuelas públicas e ingresan en la UPR bajará a menos de un 20% (es decir, ni siquiera 1 de cada 5 graduados de escuela superior pública podrá ingresar a la UPR) mientras que los de la escuela privada será superior al 70% (y eso porque el otro 30% preferirá estudiar en universidades americanas y privadas de la isla). Estas cifras justifican que no se haga absolutamente nada para mejorar el sistema público de educación pre-universitaria, ¿para qué? si casi todos los estudiantes terminarán trabajando de dependientes en Pollo Tropical, Sears y WalMart... o lo que es peor, jugándose la vida en Irak, Afganistán, o quién sabe dónde tocará después.
Lo que la administración universitaria está cometiendo es simplemente un crimen a la patria, no hay otra manera de entenderlo. Ahora quisiéramos saber quién será el estúpido que piense que en el futuro de esta isla no habrá un grave aumento en la criminalidad, en el número de asesinatos, en el tráfico y uso de drogas, etc.
Ahora nos gustaría saber si habrá alguna repercusión de lo que ha salido a la luz, que debería ser rescindir o disminuir la cuota universitaria. Vamos, que alguien con un poco de honor u honra, o como quiera que se quiera llamarlo, una vez se descubre que el déficit de la UPR, única razón que justifica la cuota, es un déficit auto-impuesto por el gobierno, es decir, no es un déficit real, pediría disculpas y aceptaría que la cuota se invalidara, o al menos se modificara reflejando el déficit real (que al parecer no llega ni a 20 millones, y no a más de 200 como defendían).
Dios, que sarta de sinvergüenzas. No podemos calificarlos de otra manera (bueno sí, podríamos haber dicho que sarta de hijos de puta), a los que sabiendo la verdad, han permitido toda la angustia de miles de personas por año y medio. Han permitido dos huelgas terribles, han permitido (lo han pedido) que varios recintos universitarios fueran ocupados por la policía, han permitido las golpizas, las humillaciones públicas, los arrestos de estudiantes. Han permitido la angustia de miles de padres, han permitido la paralización del sistema universitario, han permitido que la UPR esté al borde de la descertificación… Han permitido que miles de estudiantes se fueran de la universidad, que hayan perdido el futuro que se estaban construyendo… Y LO SIGUEN PERMITIENDO, y no les importa en absoluto.
La lucha estudiantil está al borde de la derrota, y con su derrota sale todo el país derrotado. Las consecuencias serán terribles, no nos cabe duda. Estamos perdiendo parte de una generación de futuros profesionales…
¿Qué salvaría a la causa estudiantil en estos momentos? QUE LOS PROFESORES SE UNIERAN Y SE DECLARARAN EN HUELGA, QUE NO ASISTIERAN A LAS AULAS.
Hasta ahora, los profesores (con pequeñas excepciones) han sido unos cobardes. No han dado un paso al frente, se han mantenido a la sombra y no han apoyado de manera organizada y efectiva a los estudiantes. Lo curioso es que como ya hemos dicho en varios artículos, serán los siguientes de ir al paredón administrativo. Una universidad que pierde 20,000 estudiantes no necesita tantos profesores… El Coquí Cojo le pide al profesorado que active el voto de huelga que aprobaron hace meses... si no lo hacen, sabremos que sólo fue un gesto sin intenciones de sumarse a la causa justa de los estudiantes. Si se fueran a la huelga, es muy posible que la administración universitaria fuera forzada a renunciar... por un gobierno que tendría mucho que perder de no hacerlo.
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