Ver a Xiomara Caro exhortando a los estudiantes a pagar la cuota para que al menos continúen como estudiantes nos da una inmensa pena. Sabemos que lo hace porque no hay más remedio ya que a la administración no le importa en absoluto que miles de jóvenes se tengan que ir de la universidad. Desde el comienzo, cuando estimaron que la cuota añadaría 40 millones de dólares a las arcas universitarias, el cálculo era obvio: 50,000 estudiantes cuando la UPR tenía más de 62,000 en esos momentos.
La administración mantiene que las becas dadas por el fondo del gobierno permiten que todos los estudiantes puedan afrontar la cuota. Los números de estudiantes que la UPR tenga al comienzo del año académico 2011-2012 nos dirán la verdad. El problema es que será demasiado tarde, y a la administración no le importará gran cosa quedar como mentirosa en agosto con las cifras. El daño estará hecho como querían.
Xiomara ha recomendado pagar la cuota bajo la opción de prórroga, que requiere sólo un pago de $160 en estos momentos, y así continuar la lucha para la eliminación de la cuota mientras se evita el desasosiego de miles de estudiantes.
Algunos piensan que pagar los $160 es simplemente alargar la agonía y que para el segundo pago ya se habrán ido miles de estudiantes.
Entendemos a Xiomara, y creemos que el país necesita líderes como ella.
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