El asunto que nos concierne en esta noticia es el número de arrestos injustificados de estudiantes que han sucedido en los últimos días en la UPR. No empleamos la palabra “injustificados” de una manera caprichosa, lo decimos ya que la inmensa mayoría de estudiantes arrestados han sido liberados sin cargo alguno, es decir, el engranaje de justicia reconoce que los arrestos han sido injustificados.
En un país civilizado, el Departamento de Justicia y los ejecutivos gubernamentales que tuvieran responsabilidades sobre el asunto de los arrestos injustificados se reunirían para solucionar el problema, es decir, con el claro objetivo de evitar más arrestos injustificados. Hay dos maneras de hacerlo: 1.- que la policía tenga claro qué hechos ameritan y qué hechos no ameritan arresto, y 2.- redefiniendo la justicia para que las causas que no ameriten arresto hoy, sí lo ameriten mañana. Un país civilizado optaría por la solución (1).
Desgraciadamente nos tememos que la reunión de José Ramón de la Torre (presidente de la UPR), Guillermo Somoza (secretario de Justicia), José Figueroa Sancha (superintendente de la policía) y el jefe de la Fiscalía de San Juan (cuyo nombre no aparece en la prensa) tenga como objetivo la opción (2). Es decir, cambiar la ley como sea necesario, o rebuscar el código legal para utilizar acusaciones innovadoras para arrestar a los estudiantes.
Tememos que la sed de aplastar al movimiento estudiantil haya ya nublado las cabezas de nuestros dirigentes y que ya lo único que les importe es destruir la vida, desde el punto legal, del máximo número de estudiantes.
No nos cabe duda que cuando esta mañana el director del FBI en nuestra isla, Luis Fraticelli, descalificó las bombitas de humo que lanzan los estudiantes como “explosivos”, todos estos sujetos involucrados en la reunión de hoy se habrán echado las manos a la cabeza. Al igual que la administración se ha lavado las manos y no ha hecho sus labores dejándole el problema a la Policía de PR, Ygrí Rivera ha tratado de involucrar al FBI, pero al parecer Luis Fraticelli no ha picado el anzuelo aún, o al menos eso creemos... Si no lo ha hecho, sería un tributo a su inteligencia. Es importante que el lector comprenda que el modus operandi de nuestra justicia en estos momentos es simplemente la fabricación de delitos, sea como sea.
Lo hemos visto en cómo ha operado las cámaras de nuestro gobierno. En pocas horas han sido capaces de pasar leyes como la ilegalidad de ir con la cara tapada, o la obstrucción física de salones, etc.
El lector que piense que los estudiantes ocultan el rostro para realizar actos delictivos comete un grave error. La razón de ocultar el rostro es evitar que la universidad tome represalias después. Y si alguien piensa que las represalias que pudiera tomar la UPR después contra los estudiantes sólo podrán llevarse a cabo cuando los actos delictivos sean comprobados de una manera justa, se equivocan. Los administradores de la UPR no utilizan la justicia ni el sentido común para la posterior persecución de los estudiantes identificados. Este es el verdadero problema.
Es una desgracia que la forma de operar de la administración universitaria y de la policía sea el afán de arrestar a los estudiantes sin razones suficientes. Que nadie se engañe, ellos saben que están arrestando sin razones, lo hacen con el interés de la intimidación.
Los aires se siguen caldeando y la policía ya ve el conflicto como una burla hacia ellos. La mayoría de los policías han alimentado sed de venganza contra los estudiantes. Equivocadamente muchos de ellos, alimentados por las dinámicas de grupo, se sienten humillados por la “panda de pendejos” de los estudiantes. Estos sentimientos siguen aumentando ante la falta de voluntad de la administración universitaria y del gobierno de negociar y buscar otra alternativa “real” a la cuota, “real” en cuanto que la elimine.
Don José Ramón de la Torre se ha limitado a pasarle la papa caliente a la policía y a la justicia. Él se limpia las manos. La policía es la causa principal que ha hecho que don José no negocie con los estudiantes. Este señor simplemente ha decidido que la policía se encargue del problema.
Si hay alguien al que la policía deba dirigir su frustración es a la administración universitaria, que por su incapacidad y mala voluntad les ha puesto donde no deberían estar. El Coquí Cojo le aconsejaría a José Figueroa Sancha que coja el toro por los cuernos, que en este caso es decirle al presidente de la UPR, a la directora de síndicos y a la rectora de Río Piedras que se busquen a otro para que les sirva de excusa para no resolver el problema de la UPR, que la Policía de Puerto Rico no puede utilizarse como baza para no hacer el trabajo que le corresponden a ellos como administradores de la UPR.
Obviamente, dudamos que Figueroa Sancha haga algo así, pero queremos que conste en récord. Imaginemos que este señor saliera en las cámaras diciendo algo como esto:
“Los arrestos injustificados que hemos hecho han sido un grave error. La administración universitaria (y el gobierno) nos ha presionado para que resolvamos un problema que en realidad no nos corresponde. Nos utilizan como un gángster utiliza a sus matones. Y nuestra institución, la Policía de Puerto Rico, no puede utilizarse como matón de turno. Nos han utilizado como ficha de intimidación y como pretexto para no llevar a cabo las funciones que les corresponden a ellos: resolver el conflicto en la mesa de negociaciones. La mala voluntad negociadora de la administración ha sido posible por el uso inadecuado que las autoridades universitarias han hecho de la policía, y nosotros no vamos a seguir este juego. La administración ve cómo las tensiones entre los estudiantes y la policía crecen día a día y no les importa en absoluto que dichas tensiones se desborden y ocurran verdaderas desgracias. Su falta de cordura prueba por sí sola la incompetencia de la administración y lo que realmente deberíamos hacer es reemplazar a este grupo de personas para las cuales el bienestar del país no cuenta para nada”.
¿No sería estupendo tener un superintendente de la Policía capaz de decir esto?
1 comment:
Entiendo tu punto de vista respecto a los encapuchados, pero si la policía de PR ha de hacer su trabajo debería apresar a los encapuchados vandálicos, pues para ello es que están en la universidad entre otras cosas.
Es tan fácil como seguir a la prensa que ha grabado a los encapuchados en acción. Si yo hubiera sido policía, eso hubiera hecho...
Digo, ahora puede ser demasiado tarde para ello, en términos de credibilidad de gobierno y prensa por la sencilla razón de que pueden intentar apresar a un encapuchado como para demostrar que sí en efecto son estudiantes.
El rol de la prensa en esto puede ser ideológico. Tal vez algunas personas no quieren que el estudiantado sea exitoso en sus reclamos porque podría implicar cambios en la manera de gobernar a la universidad en el futuro. La idea podria ser difamar a un partido político, pero a la vez disuadir al estudiantado o pueblo a cometer actos como este en el futuro porque "los estudiantes son violentos" y así mantener la dividida la opinión pública, puesto que un pueblo dividido no logra sus objetivos de cambio.
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