Un niño de 7 años que se encontraba hoy en el Coliseo Roberto Clemente para recoger su regalo fue testigo del titingó que se formó allí por el torpe manejo de los organizadores. La muchedumbre se amotinó cuando la policía intentó cerrar los portones. Entre empujones y jalones, Robertito trató de salir de allí con todas su fuerzas. Después de presenciar desmayos, golpes y empujones, el niño se fue a su casa y le escribió la siguiente carta a los Reyes Magos:
Queridos Reyes Magos. Soy Robertito, el niño al que no le trajeron nada a pesar de haberme portado como un ángel todo el año. Esta mañana cuando fui corriendo a la sala y no encontré ni una postal navideña de ustedes me eché a llorar y debo confesar que si llego a verles, les hubiera descargado la pistola de mi papá sin contemplaciones. Sin embargo, mi mamá me dijo que ustedes no habían tenido tiempo para venir a mi casa y que me habían dejado el regalo en el estadio ese que está enfrente de Plaza Las Américas. En ese momento se me pasó el enfado y me vestí en seguida para ir al coliseo. Después de estar en una cola durante 3 horas, llegamos al portón y unos policías cabrones trataron de cerrarlo enfrente de mis narices. Mi mamá empujó como una elefante en celo pero no fue suficiente. Allí se formó una pelea del carajo y casi me aplastan. Lo que quiero decirles es que la próxima vez no permitan que otros repartan los regalos porque aquí en mi país no sale nada bien cuando organizan algo. Si no me creen, vean el noticiero esta noche. Lo peor de todo es que me he quedado sin juguete. Por lo tanto he decidido que durante el 2011 seré el niño más malo del vecindario. La culpa la tienen ustedes. Y les advierto que no se pasen por mi casa porque estaré preparado para acribillarles a ustedes y a los camellos si hace falta.
Robertito.
Como encuentre a Gaspar, Melchor o Baltasar,
¡los acribillo ahí mismo!
1 comment:
Definitivo, no hay que contar mentiras, esto lleva a la delincuencia, Ya vez!
padres de familia y madres, NO MIENTAN!!!
Y LOS FUTUROS POLITICOS SERAN DIFERENTES. EDUQUEN A SUS HIJOS
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